Crisis climática y migración | Una discusión que debemos tener

 

 

El aumento de la intensidad y la frecuencia de los fenómenos meteorológicos extremos, como las fuertes lluvias, las sequías prolongadas, la desertificación, los huracanes y la subida del nivel del mar, ya están obligando a millones de personas a abandonar sus hogares en busca de lugares seguros para vivir. Por qué debemos abordar el cambio climático como una fuerza de migración, a continuación. 

 
 

Para recibir el Newsletter de Luxiders, regístrate aquí.

 
 
 

En el sur de África, el ciclón tropical Idas azotó Mozambique el 14 de marzo de 2019. Según la ONU, 1,85 millones de personas necesitaron asistencia y 146.000 personas fueron desplazadas internamente. El ciclón y las posteriores inundaciones dañaron 100.000 hogares, destruyeron 1 millón de acres de cultivos y demolieron infraestructuras valoradas en 1.000 millones de dólares. En Centroamérica, los huracanes ETA e IOTA golpearon en noviembre de 2020, desplazando a miles de personas. La devastación resultante de estos huracanes ha profundizado la crisis humanitaria en la región del Triángulo Norte de Centroamérica (Guatemala, Honduras y El Salvador), dejando consecuencias que estamos observando hasta el día de hoy. 

 
 
 
 
 

El nivel de daños que los huracanes Eta e Iota causaron en Centroamérica nos recuerda al huracán Mitch, que provocó un éxodo masivo de Centroamérica a Estados Unidos hace más de veinte años. Tuvimos la oportunidad de hablar con uno de los sobrevivientes del huracán Mitch, el Dr. José Luis Zelaya, que sólo tenía 11 años cuando la catástrofe azotó Honduras.

Su descripción de los acontecimientos que ocurrieron antes, durante y después del huracán son el vivo ejemplo de cómo un evento climático puede destruir muchas vidas. El Dr. Zelaya era sólo un niño en 1998 cuando el Huracán destruyó su patria; vivía en la extrema pobreza en un vertedero de una de las ciudades más peligrosas del mundo: San Pedro Sula. Las autoridades, en el momento de la catástrofe, no aparecían por ningún lado. Según el Dr. Zelaya, no hubo advertencia ni ayuda durante el huracán, lo que sólo empeoró las condiciones de la población más vulnerable. 

 

"Como ya vimos que llovía todos los días, no nos sorprendió que lloviera sin parar. El problema es que la lluvia no cesaba. Cada vez era más fuerte. Entonces, imagínate el basurero inundado, imagínate la gente huyendo desesperada, una devastación horrible". dijo el Dr. Zelaya a Luxiders.

 

Dos años más tarde, la devastación causada por el huracán y la vida en la pobreza, lo llevaron a embarcarse en el peligroso viaje que muchas víctimas de la crisis climática en Centroamérica, y en todo el mundo, realizan para sobrevivir.

*Más sobre la entrevista con el Dr. Zelaya próximamente.

 
 
 
 
 

LA CRISIS CLIMÁTICA EN PERSPECTIVA 

Según la Agencia de la ONU para los Refugiados, en 2019 los peligros relacionados con el clima provocaron unos 24,9 millones de desplazamientos 140 países. Sin una planificación adecuada y la reducción de la acción climática, las catástrofes relacionadas con el clima podrían elevar el número de personas que requieren asistencia humanitaria a más de 200 millones cada año para 2050. 

Los lugares más vulnerables al clima en el mundo son el África subsahariana, el sur de Asia y América Latina. Estas regiones también representan el 55% de la población del mundo en vías de desarrollo. Paradójicamente, las comunidades más pobres y vulnerables (las que menos han contribuido al calentamiento global) son las que están pagando el precio y las más afectadas por la crisis. 

 

MIGRACIÓN INTERNA VS. MIGRACIÓN INTERNACIONAL 

Al principio de la pandemia vimos mucho en las noticias sobre la migración transfronteriza y sus efectos en los países de acogida (tomemos el ejemplo de las caravanas de migrantes en Centroamérica). Pero lo que mucha gente ignora es que son muchas más las personas que emigran dentro de sus propios países que a través de las fronteras. Entre las muchas razones económicas, sociales y políticas, estamos viendo cómo el cambio climático se está convirtiendo en un potente motor de la migración interna. 

Un informe realizado por el Banco Mundial predice que el número de migrantes internos podría alcanzar más de 143 millones de personas en 2050 en las tres zonas más afectadas del mundo: África subsahariana, Asia meridional y América Latina.  

Para poder acoger la futura oleada de migrantes internos, muchas zonas urbanas y periurbanas tendrán que prepararse, construyendo mejores infraestructuras de vivienda y transporte, servicios sociales y oportunidades de empleo. Todos estos objetivos suenan difíciles de alcanzar en algunos de los países más pobres del mundo, que ahora además tienen que hacerle frente y sobrevivir a la pandemia de coronavirus.

 
 
 
 
 

EL CAMBIO CLIMÁTICO COMO MULTIPLICADOR DE RIESGO

Una investigación llevada a cabo por The New York Times y Propublica demostró que hoy en día el 1% del mundo es una zona caliente apenas habitable; pero, para 2070 esa cifra podría crecer hasta el 19%. Establecer el vínculo directo entre el cambio climático y la migración transfronteriza puede ser un reto, pero debemos abordarlo como un multiplicador del riesgo y catapulta conjunta para otras razones de desplazamiento. El cambio climático en sí mismo no conduce a conflictos, pero sí a la falta de alimentos, refugio y recursos hídricos. Repercute directamente en las condiciones de vida de la población, y en el deterioro de los sistemas educativos y sanitarios; la mayoría de las veces, en países que están luchando con muchos otros problemas. 

Considerar el cambio climático como un multiplicador de riesgos para la migración, tanto interna como transfronteriza, es el primer paso para crear un plan concreto que tenga como objetivo ayudar a las personas que hoy sufren las consecuencias de la crisis climática. 

 

+  Words: Leila Salinas, Luxiders Magazine 

Journalist | Berlin-based 

Connect with her on LinkedIn or Instagram (@leisalinas)