¿La Industria Electrónica es Igual a la Sostenibilidad?

 

 

Algo que define el mundo moderno es la industria electrónica. Proporciona herramientas para facilitar la tarea más común y la más extraordinaria que te puedes imaginar. Pero también puede representar un peligro mientras no se regule. La transformación de la industria hacia la sostenibilidad es un área débil que debe perseguirse con mayor fuerza.

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La industria electrónica se compone de los servicios a cargo de diseñar, manufacturar y distribuir dispositivos electrónicos. Como los smartphones, televisores, instrumentos médicos, routers, máquinas, coches, aviones, sistemas de defensa, electrodomésticos, etc. Actualmente esta es una de las industrias más importantes a nivel global dado que vivimos en la época de la innovación y desarrollo tecnológico

Por ahora, las compañías que son parte de la industria electrónica trabajan para mejorar su eficiencia y competitividad en el mercado. Haciendo los productos que ofrecen cada vez más automatizados, capaces, productivos y accesibles. Con diferentes estrategias de negocios las empresas continúan creciendo y fortaleciéndose para cumplir con las demandas de los consumidores. Además, procuran alcanzar metas monetarias siguiendo las tendencia capitalistas de la industria a través del uso masivo de recursos. 

Sin embargo, aunque algunas compañías se están especializando en temas de sustentabilidad, la realidad es que la mayor parte de la industria extrae y utiliza materiales tóxicos, difíciles de reciclar, bajo condiciones laborales cuestionables. Los países subdesarrollados se han convertido en víctimas de la sobreexplotación de recursos debido a las necesidades que las empresas electrónicas transnacionales tienen para poder producir, aun cuando dañan poblaciones completas. Provocando problemáticas como hambrunas, epidemias, violencia, guerras civiles, éxodos masivos y desequilibrio político.

La influencia de la industria electrónica sobre la extracción, producción y comercialización de recursos, es constantemente respaldada por potencias mundiales. Por eso, tras muchos años se ha perpetuado el impacto negativo de la huella ambiental y la inseguridad laboral. Es muy importante comprender que esto se trata de daños en macronivel, los cuales van a tomar años en cambiarse. Sin duda, el desarrollo económico no es algo malo pero es crucial que empiece a hacerlo de manera consciente. 

 

MINERALES CONFLICTIVOS  

Un ejemplo de este fenómeno es la demanda del Coltán. Un mineral de los más codiciados por las empresas electrónicas que puede encontrarse en tierras africanas. Hace algunos años, en la República Democrática del Congo, ocurrió la denominada Primera Guerra Mundial Africana. Un conflicto armado que se agravó debido a la demanda del metal. Donde se vieron involucradas grandes empresas extranjeras y marcas muy populares de la industria electrónica, por financiar mineras durante el conflicto para la producción de nuevas tecnologías. 

Si bien, aunque ya acabó esta lucha, el país aún se encuentra en un estado irregular y desequilibrado. El coltán mejor conocido como oro negro aun se comercializa y produce un 80% en el Congo, para la elaboración de ordenadores, armas, instrumentos aeroespaciales, tablets, teléfonos móviles y mucho más. Así pues, debido a que todavía existe una alta demanda del mineral los trabajadores encaran largas jornadas de trabajo y accidentes diarios en las fosas mineras. Algunos de ellos aún son menores de edad.

 
 

"Había cerca de 40.000 menores trabajando en las minas de coltán en el país.- UNICEF

 
 
 
 
 
 

¿CÓMO HACERLO SOSTENIBLE?

Una manera en la que podemos aportar a solucionar este problema es mediante dos caminos principales. Primero, reducir la demanda de electrónicos es fundamental. En pocas palabras no porque cada año salga un modelo nuevo de celular debemos de comprarlo. Mientras los consumidores aprovechen al máximo el ciclo de vida de los electrónicos entonces se va a poder posponer la actualización y regular la sobre producción de estos dispositivos. Otra opción es adquirir productos de empresas que estén certificadas por estándares como ISO, que trabajen con recursos libres de conflicto y puedan demostrar transparencia en su procesos de extracción y protección de trabajadores. 

Segundo, y no menos importante, ya que la industria aún tiene un largo viaje para hacerse sostenible. Las personas pueden optar por reducir su desperdicio electrónico. Al igual que muchas otras industrias, los electrónicos acaban vaciados en los vertederos, con sustancias tóxicas de los metales como el mercurio, plata, aluminio, coltán y cobalto; que después absorbe el suelo o el agua. 

Por lo tanto, esto significa que también queda en nosotros disminuir el e-desperdicio mediante otras alternativas como el reciclaje, el reuso, la reventa, la donación y hasta el retorno a las manufacturas del artículo. De hecho, en la actualidad ya existen organizaciones que se dedican a recibir componentes electrónicos que ya no sirven o ya no se utilizan, para darles una segunda oportunidad de funcionar en algo más. Ya sean dispositivos de casa, comunicación, oficina o médicos, es posible encontrar una opción para revertir el daño que se ha hecho. 

 
 
 
 
 

© Imagen Destacada: Nikolai Chernichenko via Unsplash  

 

 

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Regina Berndt
Luxiders Magazine