Ropa biodegradable | ¿Una solución a la polución de la moda?

 


La moda ha desarrollado una perjudicial cultura de usar y tirar, y la ropa biodegradable puede ser nuestra única respuesta. Debido al cambio constante de la industria gracias al Fast Fashion, las prendas duran poco tiempo en nuestros armarios, generando un ciclo de producción constante que causa importantes daños a la naturaleza. Pero, ¿podemos reducir su impacto medioambiental? La ropa biodegradable es una de las respuestas y una de las principales apuestas del sector para impulsar la sostenibilidad.

 

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ROPA BIODEGRADABLE

La ropa se define como biodegradable cuando puede ser descompuesta por organismos naturales como bacterias u hongos. Como resultado, el tejido se reintegra completamente en el ecosistema sin causar ningún daño.

La ropa biodegradable se fabrica con tejidos orgánicos. Hay que tener cuidado en todos los procesos de fabricación de la prenda: Desde la obtención de las materias primas hasta su producción en fábricas sostenibles. Además de evitar daños al medio ambiente, estas prendas se confeccionan principalmente a mano. Al utilizar materiales resistentes y naturales, se garantiza que la ropa dure toda la vida. En la industria de la moda, sin embargo, los tejidos orgánicos son escasos: Actualmente, más del 60% de la ropa de nuestra industria está compuesta de poliéster creado a partir de procesos tóxicos y, según el Banco Mundial, el 20% de la contaminación del agua se debe al procesamiento textil.

 
 
 
 

¿CÓMO RECONOCER LA ROPA BIODEGRADABLE?

En la era del greenwashing, muchos tejidos de moda rápida se disfrazan a menudo de tejidos sostenibles. Cada vez es más difícil distinguir entre la ropa biodegradable y la que se ha hecho pasar por sostenible. Hay ciertas certificaciones en las que podemos confiar de alguna manera antes de comprar una prenda de moda.

Un buen punto de partida es la campaña Detox de Greenpeace Internacional. Su objetivo es reducir la contaminación causada por la industria textil. Crea una lista de materiales restringidos, de textiles insostenibles para que las empresas los eviten. Hasta ahora, 80 empresas de moda se han comprometido a eliminar estas sustancias de su cadena de producción. Se han creado diferentes certificaciones para promover la moda sostenible y garantizar así el compromiso de la empresa con la preservación y el cuidado del medio ambiente.

 

En la era del Greenwashing, muchos tejidos de moda rápida se disfrazan a menudo de textiles sostenibles.

 

Global Organic Textile Standard (GOTS)

Certifica que se ha utilizado un mínimo del 70% de fibras orgánicas en la prenda. Además, analiza tintes y otros productos químicos y no acepta un origen transgénico. Es el sello más extendido.

 

Certificado Naturtextil IVN

Esta organización certificadora europea es muy estricta y garantiza que las prendas son 100% naturales.

 

Otras normas

Oeko-Tex, OE (Organic Exchange), CCS (Content Claim Standard), OCS (Organic Content Standard), IMO (Institute of Marketecology).

 
 
 
 

NUEVAS TÉCNICAS

Los tejidos biodegradables siguen siendo un recurso inexplorado en la industria de la moda. Sin embargo, algunas marcas están allanando el camino hacia este futuro sostenible. Desde la regeneración molecular, el tejido generado por bacterias y un nuevo sustituto del cuero. El futuro de la ropa biodegradable es prometedor.

AMBERCYCLE: fundada en 2015 por Shay Sethi y Moby Ahmed, Ambercycle se especializa en el desarrollo de tecnología que separa y purifica moléculas de residuos textiles postconsumo, con la intención de generar materiales que puedan utilizarse para fabricar nuevas prendas. La empresa convierte los residuos textiles al final de su vida útil en nuevos hilos para marcas y fabricantes de ropa mediante su proceso de regeneración molecular, separando los componentes de tejidos complejos para crear materias primas puras a partir de flujos tradicionalmente difíciles de reciclar.

El proceso químico sólo consta de tres pasos: tras extraer el poliéster de una mezcla de materiales para crear un hilo, toman un material mezclado que contiene algodón y poliéster y extraen este último a nivel molecular para producir uno nuevo, dando como resultado una fibra que puede reciclarse infinitamente. Además, todos los residuos generados se queman para crear energía en sus instalaciones.

BIOTECAM: Se encuentra en el Instituto Alberto Luiz Coimbra de Posgrado e Investigación en Ingeniería de la Universidad Federal de Río de Janeiro (Coppe-UFRJ). Biotecam utiliza las mismas bacterias presentes en el vinagre para producir una película de celulosa que a primera vista es similar al cuero y se transforma en prendas de vestir y accesorios. La producción de la start-up es aún pequeña, sólo 4 metros cuadrados (m2) al mes, que pretende aumentar gracias a la ayuda de grandes empresas brasileñas. Actualmente, las biotelas pueden aplicarse en accesorios y en la producción de prendas textiles a menor escala, pero afirman que aún no son viables para la fabricación de cualquier tipo de prenda.

LE QARA: La startup peruana creada por Jacqueline Cruz y su hermana Isemar Cruz desarrolla productos textiles veganos y ecológicos a base de biocidas para dejar de usar cuero de vaca. Desde 2017, Le Qara ha ido creciendo gracias a concursos y fondos, tanto nacionales como internacionales, que les han permitido mejorar su prototipo. Este proyecto demuestra el alto potencial de la biotecnología en la moda con la creación de un material biotextil 100% natural similar al cuero, biodegradable, no tóxico y suave al tacto, que lo posiciona como un material de alta gama.

VERÓNICA BERGOTTINI: De origen argentino, la diseñadora Verónica ha creado el biomaterial Tilex. Es similar al cuero, pero generado con microorganismos de la yerba mate. Con este textil se pueden hacer prendas y accesorios que luego se devuelven a la tierra sin convertirse en residuos porque se degradan al mismo ritmo que otros desechos orgánicos.

Debemos empezar a ser conscientes de la huella que estamos dejando en el mundo y ser responsables de lo que consumimos. La ropa biodegradable puede tener un impacto positivo y puede revertir el daño generado por esta industria y no solo para el medio ambiente sino para nosotros, ya que no estaremos usando ropa con químicos tóxicos y micro plásticos que atentan contra nuestra salud.

 

Imagen Highlight: © Taisiia Shestopal en Unsplash

 
 

+  Words:

Carmen Espinoza
Luxiders Magazine