¿A dónde va la ropa que devuelves a las tiendas?
¿Alguna vez te has preguntado donde termina la ropa que devuelves a las tiendas? Creemos que la ropa que compramos online o en la propia tienda y devolvemos es comprada por otros clientes, pero no siempre es así.
Pensamos que lo más lógico es pensar que una vez que regresamos las prendas, estas regresaran a la venta sin ningún problema y la realidad es que esto no siempre sucede, esto solo es un motivo más en la lista lo los tantos motivos de la contaminación a causa de la industria de la moda.
¿QUÉ SUCEDE CON LAS DEVOLUCIONES DE ROPA?
Hemos encontrado muchas formas de evitar de perder el tiempo en las grandes filas en las tiendas, como las compras por internet o contratar personal shoppers y medirnos la ropa en casa y cuando una prenda no llena nuestras expectativas las regresamos y al ser las devoluciones gratuitas se han convertido en un gancho para impulsar las ventas.
Una vez que la prenda es devuelta en el mejor de los casos, se verifica que la prenda coincida físicamente con la reflejada en el pedido y por otro se comprueba el estado físico de la misma. Si este último es correcto, se reintegra al stock de la compañía para su posterior venta en la web o en cualquiera de las tiendas de la marca, por el lado contrario la prenda se retira de la venta. Para llegar a este punto el dinero ya fue devuelto pero el daño también con el consumo de combustible gastado para viajar de regresó.
Las devoluciones generan tantas pérdidas para las compañías en ocasiones ofrecen incluso un reembolso del precio del producto, pero sin recibirlo de vuelta. Se estima que alrededor del 10% de las devoluciones de ropa no pasan los procesos ni pruebas de calidad para reintegrarse a la venta, esto es porque el producto puede estar dañado o ya ha caducado para su venta entonces este es desechado a la basura.
Hemos encontrado muchas formas de evitar de perder el tiempo en las grandes filas en las tiendas, como las compras por internet o contratar personal shoppers y medirnos la ropa en casa y cuando una prenda no llena nuestras expectativas las regresamos y al ser las devoluciones gratuitas se han convertido en un gancho para impulsar las ventas.
¿DÓNDE ACABA LA ROPA QUE DESECHAMOS?
Uno de los principales lugares en donde se desechan estas prendas es en Latinoamérica, específicamente en el desierto de atacama y le dieron por nombre “el cementerio de ropa” Alrededor de 59 mil toneladas de ropa llegan cada año al puerto de Iquique, en la Zona Franca de Alto Hospicio, al norte de Chile. Ropa hecha principalmente en China o Bangladesh y pasando por Europa, Asia y Estados Unidos.
Los comerciantes de la capital, Santiago, compran algunas, mientras que otras pasan de contrabando a otros países latinoamericanos, pero es muy poco lo que puede ser rescatado, además de preocuparnos por los años en que tardan en desintegrarse estas prendas y los micro plásticos que sueltan en el proceso se producen incendios, que normalmente duran entre 2 y 10 días, Según la Secretaría de Medio Ambiente de la Región de Tarapacá, este humo puede causar enfermedades cardiorrespiratorias en los pobladores de las zonas cercanas a los basureros.
Otro de los vertederos más importantes del mundo está en Ghana, África, hasta quince millones de prendas usadas llegan a Ghana cada semana, ropa donada o desechada por consumidores en Europa, Estados Unidos o China y el 40% llegan muy sucias o rotas que hace casi imposible usarlas o venderlas
Existen muchas imágenes de vacas alimentándose de estas montañas de ropa, además de que están tan cerca de la orilla del mar que las prendas terminan nadando en el océano atlántico y como ya se mencionó la mayor parte está confeccionada con poliéster, los micro plásticos no dudan en hacer su labor de contaminación. Ghana ha sido incapaz frenar la importación de este tipo de desecho de Occidente y desde 1975 el 80% de los trabajadores de la industria textil perdieron su fuente de ingresos. Un negocio para algunos, pero un serio riesgo medioambiental.
¿QUÉ SOLUCIONES EXISTEN?
Se necesitan programas para erradicar los basureros clandestinos y leyes que obliguen a las industrias a bajar la producción masiva y responsabilizarse por sus desperdicios textiles. ¿Nosotros? El reciclaje, las donaciones o intercambiar prendas, existen múltiples tiendas de segunda mano, donde puedes vender tus prendas y ellos lo revenden a precios éticos o intercambiarlas por otras que ya estén ahí mismo, de esta forma obtenemos prendas nuevas de bajo costo. Además de ser un modelo ganar-ganar estamos ayudando al medio ambiente y no fomentar esta cultura tan dañina.
EL GRAN PACTO
El llamado “Fashion Pact”, es el compromiso de los gigantes de la moda para auto-regularse y tomar medidas para reducir el impacto del sector en el medio ambiente. Este impacto incluye eliminar plásticos de un solo uso en 2030, cero emisiones netas en 2050, extracción sostenible de materias primas, prescindiendo de aquellas en los que esto no sea posible y el uso de energías renovables para todos los procesos productivos. Lamentablemente este trato solo incluye empresas europeas y de EU, esperemos que se unan más países a esta problemática que esta urgente de soluciones y es algo que debería de preocuparnos a todos, no solo a la industria de la moda.
+ Words:
Carmen Espinoza
Luxiders Magazine