Michelle Caron-Pawlowsky | Instalaciones en la naturaleza para la identidad individual y artística
La obra de Michelle Caron-Pawlowsky se suspende del techo. Sus dimensiones ilimitadas e incontenibles son una exploración de lo físico. Sin embargo, con la naturaleza como tema –una idea sólida y de base– la obra se vuelve dual. Su polaridad nos mira fijamente, pidiéndonos que miremos hacia dentro y hacia fuera: nuestro sentido del yo, pero también nuestro lugar en este mundo.
Michelle Caron-Pawlowsky, licenciada en fotografía, forma parte de este nuevo sentimiento. Su proyecto más reciente es una instalación multidisciplinar. Es la primera vez que explora algo tan físico, y en su corazón algo cambia. Le llega una nueva oleada de entusiasmo e inspiración. Sonríe y su yo artístico cambia: comienza su arte centrado en la instalación.
El arte de Caron-Pawlowsky, que estudia la sostenibilidad, se ha convertido en algo más que unas instalaciones. Mientras sigue trabajando con arte físico, ha empezado a explorar sus propias pasiones. Su interés se ha desplazado hacia la extinción y el valor, culminando en el trabajo con plantas extinguidas. “Trabajo mucho con la idea del valor. Las plantas extinguidas se convirtieron en una extensión de mi pasión, de lo que se valora y lo que no, y por qué”.
A medida que explora otros temas, el arte y la naturaleza se han ido entrelazando cada vez más. “Es fácil proyectarse en la naturaleza. Vernos reflejados en ella. La representación simbólica de la naturaleza es infinita; es familiar y emocional. Crece y cambia. Se sostiene y se rompe a medida que la herimos”. Para ella, la naturaleza se ha convertido en algo más que físico. Ha pasado a ser simbólica: un flujo constante de cambio que desea explorar.
Cuantas más instalaciones realiza, más compleja se vuelve la naturaleza para ella. “La naturaleza se convirtió en algo dual para mí. Me hizo cuestionar mi percepción de lo que era natural o antinatural. Se convirtió en algo más que plantas; también en nosotros como raza. ¿Por qué valoramos más a unas personas que a otras? La homosexualidad y el arte se convirtieron en algo simbólico para mí. ¿Quién toma ciertas decisiones arbitrarias en torno a lo que es y no es importante?”.
El concepto mismo de lo que era la naturaleza pareció cambiar. “La idea de lo que es natural procede de la propia perspectiva humana. Hay un centrismo en esta idea, que los humanos son el androcentro del universo. Pero se da la paradoja de que es imposible situarse realmente en la naturaleza como algo distinto de un ser humano”. La exploración de Caron-Pawlowsky de esta complejidad se refleja en toda su obra, pero se inspiró especialmente en estos binarios en su proyecto titulado Altares. Aun así, no estuvo exento de dificultades. “Me costaba colocar los binarios humanos en la naturaleza, colocar los ideales humanos en las plantas […] ¿cómo podía colocar estos elementos en algo tan fluido y libre de estas ideas?”.
Para Caron-Pawlowsky, el futuro está cada vez más cerca. Su pasión por el medio ambiente se amplía con un nuevo proyecto de retrato: “Voy a empezar una residencia con una organización de Montreal. Estoy trabajando en un proyecto sobre chicas adolescentes en espacios públicos”. Siente que este tema nunca ha sido tan importante. “Rodea la idea de espacio. Las infraestructuras se olvidan de las adolescentes. Estas chicas tienden a pasar a un segundo plano; a menudo se ven superadas en número en los espacios públicos. Me pareció una investigación muy importante e interesante. Estamos haciendo retratos de mujeres jóvenes, y con el tiempo se mostrarán en una exposición junto con la investigación”.
Esta entrevista fue publicada en Luxiders Magazine Issue 8.
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All Images:
© Michelle Caron-Pawlowsky
+ Words:
Emily Formant
Luxiders Magazine