Stella McCartney x Pure.Tech | El denim purificador de aire que está transformando el mundo de los jeans

Existe el denim y existe el denim que limpia el aire mientras te mueves por el mundo. Para el verano de 2026, Stella McCartney vuelve a ampliar los límites del lujo sostenible con una colaboración junto a Pure.Tech que convierte cada prenda en un agente activo de transformación medioambiental. El resultado es una colección que no solo se ve bien bajo las luces de la pasarela, sino que respira, reacciona y purifica. La moda evolucionando en tiempo real.

La colaboración de Stella McCartney con Pure.Tech muestra a diseñadores e innovadores eco-conscientes uniéndose para crear algo no solo espectacular en la pasarela, sino también positivo para el planeta. El denim de la colección es reciclado y posteriormente revitalizado para dar vida a nuevos diseños. Es aquí donde Aldo Sallazzo aplica un recubrimiento mineral por capas que convierte cada pieza en un denim capaz de purificar activamente el aire.

En una industria largamente criticada por sus procesos intensivos en recursos –desde el consumo de agua hasta la sobreproducción constante– esta colaboración marca una rara alineación entre diseño visionario e ingenio científico. Confeccionadas a partir de denim reciclado y revitalizadas con la tecnología purificadora de aire de Pure.Tech, cada prenda se convierte en una declaración de estilo y en un paso hacia un futuro más responsable.

El trabajo de Aldo en Barcelona ha crecido exponencialmente, con Pure.Tech siendo capaz no solo de aplicarse sobre prendas, sino también sobre papel, pintura y polímeros. Juntos están generando un cambio ambientalmente positivo dentro del ámbito de la moda y más allá. Lo entrevistamos en exclusiva.

Entrevista con Aldo Sallazzo, fundador de Pure.Tech

¿Podrías describir Pure.Tech y explicar cómo funciona, incluyendo la ciencia que hay detrás?

Pure.Tech es un compuesto mineral con la capacidad de absorber los principales gases de efecto invernadero presentes en la atmósfera. Es, esencialmente, una combinación de rocas diseñadas para replicar su capacidad natural de retener dióxido de carbono. Sintetizamos este comportamiento en una serie de aplicaciones industriales. El material puede interactuar no solo con CO₂, sino también con óxidos de nitrógeno (NOx) y compuestos orgánicos volátiles (COV). Lo que hace es atraer y neutralizar estos gases, convirtiéndolos en carbonatos o nitratos en cantidades muy pequeñas e inofensivas que resultan seguras tanto para la piel como para el medio ambiente.

Puede percibirse de forma natural. Tiene un ligero recubrimiento en la superficie. Existe una aplicación en spray. Y esta es precisamente la parte interesante: cómo convertir una invención en una innovación que se parece mucho a lo que otras soluciones ya hacen, pero de forma más competitiva. Una cosa es inventar la fórmula y otra es entender cómo puede introducirse en la industria. Pure.Tech es extremadamente transversal porque puede aplicarse en pintura, papel, textiles, polímeros, plásticos. Comenzamos este recorrido hace dos años –empezamos con la aplicación en gafas– y finalmente descubrimos cómo trasladarlo al denim, que creemos que es ahora la implementación más natural del producto.

La contaminación del aire es una de las mayores amenazas para la salud de nuestro tiempo. ¿Qué cifras o realidades científicas os hicieron comprender que la moda ya no podía permanecer pasiva y debía participar?

La parte interesante de la moda, su posición única, es su capacidad de conectar directamente con una persona. Y por eso queríamos iniciar el recorrido de Pure.Tech dentro de la moda: porque se convierte en un gesto de apoyo, en una toma de posición, en una declaración personal sobre el cambio climático, nuestro entorno y nuestros valores.

Como una empresa joven que introduce un concepto radical en una industria cautelosa, ¿cómo percibís el apetito del mercado por este tipo de material funcional y basado en la ciencia?

El interés está aumentando, pero probablemente es un interés impulsado más por las personas que por las empresas. Lo interesante es que detrás de algunas marcas, como la de Stella McCartney, hay personas que empiezan a exigir valores que también puedan reconocer en el textil o en el producto que adquieren. Y esto empieza a convertirse en un elemento diferencial en el momento de comprar —o no comprar— un objeto. Y eso es precisamente lo que me gusta de este momento. Está cambiando la industria y la forma en que opera.

La implicación de Stella McCartney envía una señal poderosa a la industria. ¿Cómo transforma su apoyo vuestro sentido de misión, visión y responsabilidad como innovadores? ¿Cómo os empodera?

Ella es un cohete, y todo su equipo, diría, es el motor y la piloto. Ella marca la dirección y cuenta con un equipo increíble capaz de impulsar y hacer que todo funcione. Lo interesante es que, al final, es una forma de trabajar que abre la puerta a nuevas soluciones e innovaciones para que puedan darse a conocer. Ella no cierra este proceso, ni pretende reformular la tecnología para que funcione únicamente con ella.