Textiles circulares | Hacer de la moda una industria sostenible
La industria textil es una de las más grandes del mundo; de hecho, emplea a 1,7 millones de personas solo en Europa. También es una de las peores industrias para el medio ambiente. El uso de las materias primas, el agua, la tierra y la emisión de gases efecto invernadero que realiza es altamente destructivo. Convertir la industria textil en una industria circular ayudará a escapar de esta cantidad ingente de residuos y de la sobreproducción. La circularidad puede conseguir que la moda sea sostenible.
La circularidad consiste en reducir el uso de materias primas. En su lugar, se trata de renovar y reacondicionar los recursos que ya tenemos. La moda rápida ha tenido un enorme impacto en la velocidad a la que un ciudadano medio compra ropa: Eurocities afirma que en la UE, cada ciudadano compra casi 26 kg de productos textiles al año, y se deshace de unos 11 kg. Esto supone un aumento del 40% desde el año 1996. Aunque hay mucho que cambiar dentro de la industria textil para alcanzar la circularidad, hay cosas que ya pueden hacer los consumidores para contribuir.
¿POR QUÉ ES NECESARIO EL TEXTIL CIRCULAR?
La moda rápida ha creado una industria con una rápida rotación de nuevas tendencias. Esto anima a los consumidores a comprar más, adquirir productos más baratos y con regularidad. Cada año se fabrican más de 100.000 millones de prendas de vestir y, solo en los últimos 15 años, la cantidad de ropa producida casi se ha duplicado. Pero, ¿cuál es exactamente el problema de este consumo? ¿Y cuáles son los efectos?
Uno de los problemas principales es la cantidad de residuos que genera actualmente la industria textil. En 2017, The Ellen MacArthur Foundation estimó que menos de un 1% de los residuos textiles se reciclaban de verdad. Cada segundo se quema o se deposita en los vertederos un camión entero de ropa. Para poner esto en perspectiva, para cuando hayas terminado de leer este artículo, se habrán quemado o vertido unos 180 camiones de ropa. Algunas de estas prendas desechadas no se han usado más de 7 veces.
Los residuos no son el único problema de nuestro sistema lineal: los recursos que se utilizan actualmente para fabricar productos textiles se están agotando hasta un punto catastrófico. Se necesitan 2.700 litros de agua para producir una sola camiseta de algodón. Eurocities señala que una persona necesitaría casi tres años para consumir esta cantidad de agua. Y no es solamente eso, sino que las fibras hacia las que nos inclinamos pueden consumir mucha energía durante su producción. El poliéster requiere más de 70 millones de barriles de petróleo cada año en los procesos intensivos. Además, es la fibra más demandada de todas. La producción mundial de fibras textiles casi se ha triplicado desde 1975, y el 60% de ellas son sintéticas. El lavado de las prendas finales también puede ser perjudicial, ya que añade plástico al ciclo del agua.
¿CÓMO PODEMOS AYUDAR?
Una solución es asegurarse de que las prendas que se compren estén bien aprovechadas, simplemente. La circularidad anima a compartir, intercambiar, alquilar, tomar prendas prestadas y arreglar las que tienen solución. Incluso puedes intentar convertir tus propias prendas en algo nuevo, si tienes cómo hacerlo. Son formas sencillas de probar nuevas tendencias y estilos sin el elevado coste medioambiental.
Cuando hayas terminado con tu prenda, hay varias opciones. Para mantener el artículo en circulación puedes venderlo, prestárselo a un amigo o reciclarlo. Algunas empresas sostenibles ofrecen servicios de devolución de la prenda al final de su vida útil. Así ello pueden reutilizar los textiles que sacan de ellas.
Lo mejor que puedes hacer si compras algo nuevo es comprar de manera sostenible. Compra en una empresa ética que utilice tejidos sostenibles y naturales; por ejemplo, el algodón orgánico, que utiliza un 88% menos de agua para su cultivo que el algodón convencional. Otros tejidos naturales sostenibles son el corcho, el lino orgánico, el algodón reciclado y el cáñamo orgánico. Invierte en artículos duraderos que te gusten. De este modo, las prendas permanecen más tiempo en tu armario y no se desechan.
¿CUÁL ES EL OBJETIVO?
El objetivo de la economía textil circular es erradicar los residuos y dejar de usar recursos vírgenes. Aunque existen oportunidades económicas por valor de miles de millones de euros en el sistema circular, se necesitan nuevos modelos de negocio para liberar ese potencial.
El World Circular Textiles Day es un ejemplo de cómo podría ser el futuro del textil circular. Su objetivo es que en 2050 hayamos alcanzado el 100% de circularidad en la industria textil. Para entonces, los productos y las materias primas se mantendrán en continua circulación, eliminando la necesidad de extraer materias primas. Este día se inauguró para celebrar estos cambios positivos que se están produciendo y que nos acercan a un futuro textil circular próspero. Se celebra el 8 de octubre.
The Circular Textiles Programme (CTP) fue el primer programa sectorial dentro de la Economía Circular. Su objetivo es lograr un futuro de residuo cero para la industria textil. Con el apoyo creciente de varias fundaciones, organizaciones benéficas y socios estratégicos, el CTP ya ha realizado diferentes proyectos dedicados al reciclaje, la infraestructura y la tecnología en la industria textil. El objetivo es una economía textil totalmente circular que no produzca residuos.
¿Y AHORA QUÉ?
Aunque la industria textil y los residuos que produce puedan parecer irremediables, una economía textil circular ofrece una solución muy necesaria. Con esfuerzo y comprando de forma consciente y mínima, los consumidores podremos ayudar a frenar la acumulación de residuos.
+ Words:
Emma Dahl
Luxiders Magazine