202030 The Berlin Fashion Summit | Debate sobre el futuro de la sostenibilidad en la moda
El programa de 202030 Berlin Fashion Summit, que se celebró en el marco de la Feria de la Moda Berlin Fashion Week, consistió en fomentar el diálogo y la colaboración para lograr una industria de la moda más sostenible. A lo largo de tres días, Luxiders tuvo la oportunidad de presenciar cómo profesionales de diversos campos intercambiaban sus ideas y perspectivas sobre los temas de la circularidad, los ecosistemas locales y los sistemas de valoración.
Acalorados debates, perspectivas enfrentadas, pero también acuerdos y nuevas ideas protagonizaron las conferencias de 202030 The Berlin Fashion Summit, que tuvo lugar dentro del marco de Berlin Fashion Week del 6 al 9 de septiembre de 2021. Como señaló el Prof. Dr. Sebastián Sierra-Barra, de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Berlín, en su discurso de presentación, “la moda forma parte de nuestra historia cultural”. En efecto, la moda y el consumo de productos textiles son una parte indispensable de nuestra vida cotidiana. Sin embargo, la moda es una de las mayores industrias contaminantes. Las elevadas emisiones de co2, el consumo de agua, la acumulación de residuos, la contaminación química y las microfibras que se vierten en nuestros océanos dan lugar a una práctica que no puede justificarse sin un cambio. Por ello, la Cumbre de la Moda de Berlín reunió a actores internacionales de campos como la investigación académica, el espíritu empresarial y las industrias creativas para facilitar la colaboración hacia un futuro más sostenible en la industria de la moda.
DÍA 1: SISTEMAS CIRCULARES, CÓMO PENSAR Y DISEÑAR UN IMPACTO POSITIVO
El primer día de la Cumbre se centró en el concepto de circularidad. Entre los participantes, hubo un gran consenso en que la industria de la moda debe alejarse de un modelo económico lineal de “coger, usar y desperdiciar” hacia un sistema circular, similar al del mundo natural. Dentro de la industria de la moda, el término circularidad define el proceso en torno a la producción de una prenda de vestir que se basa en devolver a la naturaleza. Describe el diseño, el abastecimiento, la producción, el desmontaje y la reutilización de las prendas fabricadas con fibras biodegradables.
Lavinia Muth, de la marca de moda circular Armedangels, afirmó que ser sostenible en una sociedad que ya ha superado varios límites planetarios no es suficiente. En respuesta, los participantes en la Cumbre exigieron cambios en varios sectores como medio para lograr la circularidad en la industria de la moda. Por ejemplo, desde una perspectiva económica, los sistemas circulares deben ser más rentables. Daniel Magunje, de Lablaco, afirmó que “la circularidad requiere una actitud crítica hacia los modelos de negocio existentes, algo que generalmente falta en la industria de la moda”. Además, se hizo hincapié en el papel potencial de la tecnología. Los participantes plantearon diversos enfoques que van desde los códigos QR o los pasaportes de productos que hacen transparente el origen y la originalidad de las prendas, hasta la confección digital, pasando por la creación artificial de tejidos biodegradables antes desconocidos. Matthias Horx, del Zukunftsinstitut Horx, lo explicó en pocas palabras: “Por el momento, la industria de la moda no es inteligente. (…) Tenemos que pensar de otra manera. (…) Con la tecnología obtenemos nuevas opciones (…) pero tenemos que utilizarlas sabiamente”. Además, se hizo un llamamiento al sector jurídico para que establezca definiciones claras de la circularidad y aplique un sistema estándar de responsabilidad del productor. Por último, se planteó el papel de los consumidores. La socióloga Melanie Jaeger-Erben llamó la atención sobre la responsabilidad del consumidor de consumir sabiamente, mientras que Matthias Fuchs, de OceanSafe, defendió la responsabilidad de los diseñadores de ofrecer una moda responsable.
En general, no se llegó a un acuerdo sobre qué tema es el más urgente. Sin embargo, quedó clara la interdependencia de las partes interesadas dentro de la industria de la moda. Por el momento, la sola voluntad de las marcas de convertirse en circulares no es suficiente. La circularidad a gran escala solo puede ser viable si todas las partes interesadas se consideran responsables e intercambian ideas innovadoras dentro de un proceso de colaboración.
DÍA 2: ECOSISTEMAS LOCALES
La segunda jornada de 202030 Berlin Fashion Summit se centró en las redes sociales urbanas, también denominadas ecosistemas locales, que son el resultado de la colaboración entre actores de diversos ámbitos. Afra Gloria Müller, de Send e.V., inició el debate afirmando que “el poder de una red reside en su diversidad”. Se acordó que los ecosistemas locales son una necesidad para alcanzar el objetivo compartido de un futuro más sostenible. Se dijo que proporcionan perspectivas diversas que dan lugar a más solidaridad, pensamiento crítico y diversos enfoques para la resolución de problemas. Además, contar con una red de personas ayuda a encontrar una voz compartida, aumenta la visibilidad de los problemas y facilita la comunicación eficaz de las necesidades de la industria de la moda a los legisladores.
Durante la Cumbre quedó claro que Berlín ya muestra un paisaje diverso que apoya la implementación de la circularidad dentro de la industria de la moda. Sin embargo, el concepto de circularidad aún no ha llegado a la industria principal. Para ello, se acordó que necesitamos ecosistemas locales que proporcionen un entorno que fomente el pensamiento innovador. El profesor Günter Faltin, fundador de la fundación Entrepreneurship, destacó que “hay que recorrer el nuevo camino, si se quiere tener un nuevo camino”. Hizo un llamamiento a las partes interesadas de la industria de la moda para que creen ecosistemas locales que promuevan una cultura del perdón del fracaso. Una cultura en la que los individuos se sientan libres para experimentar y empezar a actuar. Además, los ecosistemas locales que dan lugar a marcos de aplicación universal deben convertirse en globales, como demostró Cecilie Thorsmark con el ejemplo de la Semana de la Moda de Copenhague. Por último, la segunda jornada de la Cumbre concluyó con una cita aleccionadora de Clare Press, del Podcast Wardrobe Crisis. Instó a que esta transición se produzca lo antes posible: “Seguimos creciendo exponencialmente y produciendo demasiado. (…) Hemos trabajado durante muchos años para conseguir una cadena de suministro global y va a costar mucho tiempo hacerla retroceder”.
DÍA 3: SISTEMAS DE VALORACIÓN, CÓMO DEFINIR LA CALIDAD Y MEDIR EL IMPACTO
El último día de la Cumbre puso de manifiesto fallos fundamentales en la medición del impacto de las industrias de la moda. El Prof. Dr. Michael Braungart, de la EPEA – Investigación internacional del medio ambiente, destacó la importancia de un enfoque hedonista. “Tenemos que disfrutar de la vida, de lo contrario, la sostenibilidad no funcionará”. Braungart señaló que la evaluación de impacto actual se centra únicamente en minimizar el impacto de la humanidad en el medio ambiente. Propuso que en lugar de sentirnos culpables por nuestro impacto, deberíamos empezar a crear uno positivo. Sin embargo, según el Dr. Max Marwede, de Fraunhofer IZM, la medición del impacto positivo es un campo nuevo y con poca financiación.
Durante la Cumbre, quedó claro que no sólo la filosofía de cada uno hacia la gestión del impacto juega un papel vital. ¡Según Alexander Nolte, de la organización sin ánimo de lucro Stop! Micro Waste, “nos faltan datos y definiciones claras”. Llamó la atención sobre la falta de fiabilidad de las investigaciones que no recogen datos que reflejen la realidad del consumo de ropa, lo que beneficia a los integrantes de la industria de la moda, que no tienen ningún interés en resolver el problema de la contaminación. Nolte exigió una legislación que impida que los clientes sean engañados por empresas que utilizan datos poco fiables para presentarse como sostenibles. Nora Vehling, de Fashion Revolution Germany, destacó la importancia de los datos fiables para una buena toma de decisiones. Insistió en una unidad universal que ayude a hacer visible la huella de carbono de un producto en ese contexto. Por su parte, Veronica Bates Kassatly, analista y consultora independiente, exigió a las empresas de moda que presenten datos que demuestren que toda la cadena de suministro de sus productos cumple con todos los aspectos de la definición de sostenibilidad, incluyendo que no se comprometan las necesidades esenciales de los pobres del mundo.
En definitiva, 202030 Berlin Fashion Summit hizo que uno se diera cuenta de la gran cantidad de problemas que superan a las soluciones viables que hay. Cuando se trata del cambio climático, se nos acaba el tiempo y el cambio puede parecer lento. Sin embargo, eventos como 202030 Berlin Fashion Summit evocan la esperanza al reunir a las partes interesadas. Este tipo de eventos no sólo permiten la colaboración, sino también la inspiración, lo que impulsa un cambio que, sin duda, allana el camino hacia una industria de la moda más sostenible en el futuro. Un buen punto de partida para todos nosotros es buscar la calidad. Como afirma Claudia Hofmann, cofundadora del Fashion Council Germany, la calidad es algo personal. “La calidad tiene un precio, pero no tiene por qué ser cara. Se trata de cuidar de las cosas que tienes”.
+ Words:
Lissi Buechel
Luxiders Magazine