Activistas de la moda, abriendo la senda

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En el mundo de hoy, el activismo no es un mero símbolo, sino una consecuencia de un “ethos” global. Actuar de manera justa y ecológica es el imperativo de hoy. Aplicado a la industria de la moda, el viento en contra proviene de un creciente número de activistas en el diseño, escritores éticos, creadores de cambios sociales, maestros influyente activistas que están exigiendo una nueva forma de hacer moda.

Francesco Mazzarella, investigador postdoctoral en el Centre for Sustainable Fashion (London College of Fashion, University of the Arts London) comenzó a analizar en 2018 una serie de proyectos pasados y actuales emprendidos por miembros de CSF. Para revisar y enriquecer los hallazgos de sus casos de estudio, realizó una serie de talleres de co- creación con la comunidad internacional de diseño de moda, seguidos de entrevistas semiestructuradas con activistas clave de la moda en todo el mundo. El objetivo de su investigación es trazar el panorama del activismo de la moda y contribuir a llenar un vacío en el conocimiento relacionado con los roles, valores, habilidades y métodos que los activistas de la moda pueden adoptar, así como comprender mejor los resultados en los que el activismo puede manifestarse, y los desafíos y oportunidades para el cambio dentro del sistema. El proyecto “Making for Change: Waltham Forest”, que está desarrollando con miembros de LCF en asociación con Waltham Forest Council for London Borough of Culture 2019 y Great Place, pretende desarrollar un marco que pueda comunicar la investigación, la educación y la práctica en el campo emergente del activismo de la moda y ampliar el conocimiento del diseño de moda para la sostenibilidad y la innovación social. “Uno de los proyectos de activismo de la moda más fascinantes para mí es ‘Dress for Our Time’ que He- len Storey (profesora de moda y ciencia en el CSF) está desarrollando desde 2015. Actualmente está trabajando como la primera ‘Artista Residente’ del ACNUR en el campo de refugiados de Za’atari en Jordania. Su proyecto contribuye a empoderar a los refugiados para ganarse la vida y ser independien- tes de las organizaciones no gubernamentales”- nos dice Francesco Mazzarella.

“Las jóvenes involucradas desafían las normas culturales de lo que históricamente se les ha permitido a las mujeres sirias. También participan en el aprendizaje en equipo, obteniendo un mayor sentido de la conexión, y superando los riesgos locales generalizados rela- cionados con su escolaridad. ‘Dress for Our Time’ se ha desarrollado a través de un vestido hecho de una tienda de campaña de refugiados donada por ACNUR, pero su valor intangible radica en el men- saje que la tienda de campaña transmite sobre la naturaleza y lo precario de la existencia humana. Mirando el panorama más amplio, podemos concluir que proyectos como este a menudo se manifiestan en resultados que podemos definir como micro- formas de activismo que contribuyen a fomentar macro-cambios en el sistema de la moda, dando forma a narrativas contrarias creadas a través del mindfulness, el compromiso y el ingenio, transportándonos a una prosperidad más amplia”- termina el discurso de Mazzarella.

 

© Juana Diaz

HUMANIZANDO A LA HUMANIDAD

Hay diferentes formas de diseñar el activismo. Juana Diaz se convirtió en activista porque estaba cansada de pertenecer a un campo que permanente- mente se consideraba superficial. “En Chile vivimos el experimento más brutal y extremo del modelo Friedman e implementado sin regulaciones durante la dictadura militar. Esto produjo la quiebra de toda la industria textil y de la confección en nuestro país y ahora casi toda la ropa a la que nuestra comunidad tiene acceso es de producción rápida. En este contexto, he creado mis colecciones que, entre otros temas, hablan del capitalismo: mucho para pocos y poco para muchos; Migración para humanizar a la humanidad. Arauco: ¡Levántate! ”– explica.

Su taller tiene diferentes líneas de acción. En pri- mer lugar, solo usa telas discontinuas de la antigua industria textil local. Es una especie de arqueología textil. También usa telas de ropa usada. Luego, hace sus “Telas del Futuro” (Tejidos del futuro, desde 2008) utilizando los restos de su producción y de otros pequeños productores locales. Las piezas que no pueden usar porque son demasiado pequeñas se donan a otra empresa textil llamada @rocasatt que produce objetos e ilustraciones textiles. Trabaja a escala humana, conoce personalmente a todos sus proveedores, paga dignamente y, a veces, más. Pro- duce lentamente y trata de trabajar en un ambiente cálido y familiar donde el afecto, la consideración y el respeto es esencial.

El próximo año 2020 se cumplirán 20 años desde su primera colección Deco, realizada exclusivamenete con ropa usada. “Tengo fecha para una exposición retrospectiva de mi trabajo en el Museo de Arte Moderno de Chiloé. Mirándolo con la perspectiva del tiempo: la sostenibilidad, el reciclaje, la necesi- dad de generar reflexiones de naturaleza político- social en los consumidores y el respeto por los de- rechos de las personas han estado presente en mis colecciones desde mis comienzos y hoy son preocu- paciones obligatorias para los nuevos diseñadores. El reconocimiento de esa sensibilidad es uno de los propósitos de la exposición”.

Ahora, Juana está trabajando en una colección que se llamará INSULA, esa parte del cerebro humano donde se conectan las neuronas dedicadas a la em- patía y la compasión. “Es un área del cerebro que está oculta entre los dos hemisferios y cuyas neuronas son las que mueren más como resultado de la sobreexposición a las pantallas durante la infancia. Necesitamos humanizar a la humanidad, necesita- mos una sana empatía y compasión, necesitamos nuevas generaciones conectadas … pero no conec- tadas a la red sino a las personas”. Su otro proyecto más actual es Acción Sombra (Shade Action): un proyecto social de reciclaje textil. Su objetivo es generar sombra a través de toldos hechos con jeans usados. Se hacen en comunidad para la comunidad. “Sirven para los tiempos de hoy, cuando hace más calor. La sombra que proyectan estos toldos es muy fresca e invita a encontrarse. Miradas desde abajo, parecen cielos con nubes” – termina diciendo.

 

DERECHOS HUMANOS PARA LAS MUJERES INDÍGENAS

Lucia Cuba es otra diseñadora de moda que trabaja el activismo. Concibe la moda como un medio y una plataforma que también puede construir y promover un cambio social positivo. “No estoy segura de estar haciendo lo suficiente para reducir la complejidad de los problemas generados por la industria de la moda, ya que afectan a muchas partes diferentes de los sistemas sociales. No obstante, hago todo lo posible para compartir, tanto en el público en general como dentro de las plataformas educativas for- males, que el pensamiento crítico debe ser la base de cualquier proceso de diseño, que la autorreflexión es un componente clave de la conciencia, que ser consciente de los demás y de cómo les afectamos (personas y contextos) se vuelve crucial para com- prender cuánto podríamos terminar impactando negativamente a través de nuestra práctica. En este contexto, trabajo fuertemente para facilitar diferentes procesos en los que la acción y la capacidad de fortalecerla o reclamarla se vuelven esenciales para estas ideas y para los procesos que podrían construirse a partir de ella”- declara.

Lucia Cuba ha estado trabajando en diferentes pro- yectos que se centran en explorar las dimensiones de la salud y el bienestar. Uno de estos proyectos se llama “Articulo 6”, y estudia la intersección del diseño y el activismo. Toma el caso no resuelto de las esterilizaciones forzadas como un marco para generar diálogos sobre género, fuerza y política a través de elementos conceptuales y visuales, avan- zando el pensamiento crítico y las conexiones con las nociones de cuerpo, género, derechos humanos y de las mujeres, la política de la ropa, entre otras cuestiones.

Otro proyecto en el que continuará trabajando es “Exercices of Health”, un proyecto que proclama la intersección entre moda, textiles, diseño y salud pública. Tiene como objetivo crear conciencia sobre temas de salud y política a nivel individual y social, destacando las dimensiones locales e internacionales. “En EoH la salud se convierte en un horizonte más tangible y concreto para la intervención personal y social, las personas pueden relacionarse con ella a través de la conversación pública. Esto se logra al reubicar los lugares donde a menudo se producen intercambios relacionados con la salud, promoviendo la reflexividad y la acción personal para promover el bienestar humano”.

 

TODOS DEBERÍAMOS SER ACTIVISTAS

Lejos del diseño de moda, también hay otras personas que hacen verdaderas declaraciones de moda, y no simplemente con lo que llevan puesto, sino literalmente usando su voz. Clare Press, editora general de sostenibilidad de Vogue Australia, cambió su vida profesional para centrarse en la moda sostenible después del desastre de la fábrica Rana Plaza. Se unió a la junta asesora de Fashion Revolution y decidió usar su voz como periodista de moda establecida para abogar por una industria de la moda más sostenible. También escribió un libro, “Wardrobe Crisis, How we went from Sunday Best to Fast Fashion”, examinando el sistema de moda rápida. Clare piensa que la moda puede ser una fuerza poderosa para un cambio positivo, particularmente en términos de empoderamiento económico femenino. “Hay más de 60 millones de trabajadores de la confección en todo el mundo y la mayoría son mujeres jóvenes con hijos. Por des- gracia, a la mayoría no se les paga un salario digno. Nuestro sistema lineal actual se basa en tomar, ha- cer y descartar. El resultado es una sobreproduc- ción y cantidades extremas de residuos de moda y textiles. En Australia, donde vivo, la persona promedio consume 27 kilos de moda y textiles cada año, y arroja 23k. en la basura. El sistema actual ejerce presión sobre los ríos y los suministros de agua dulce, el suelo (gracias al algodón) e incluso los océanos (gracias a la contaminación por micro- fibras). Soy activista porque creo que la moda pue- de y debe ser regenerative, restauradora y justa”.

Actualmente, Clare está contenta con el creci- miento de su postcast “Wardrobe Crisis”. Ethical Fashion Initiative, que forma parte del Centro de Comercio Internacional de la ONU, le ha encarga- do la producción de una nueva serie sobre cómo la organización está usando la moda ética para avanzar en los Objetivos Globales. Estos 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, son el mejor marco que tenemos para un futuro sostenible. El podcast se lanza este septiembre.

 

ASESORAMIENTO Y EDUCACIÓN

Sass Brown también tiene mucho que decir sobre el activismo de la moda. Decana fundadora del Instituto de Diseño e Innovación de Dubai hasta finales de 2018, Sass también fue Decana Interina de la Escuela de Arte y Diseño de Fashion Institute of Technology en Nueva York. Como investigadora, escritora y educadora, el área de especialización de Brown es la moda ética en todas sus formas, desde el diseño lento y las habilidades artesanales tradicionales hasta el reciclaje, la reutilización y los modelos comerciales alternativos. Publica artículos y habla en todo el mundo sobre el tema de la moda sostenible. Se ha desarrollado como asesora de diseño sostenible para cooperativas de mujeres, instituciones educativas, agencias gubernamentales, ONG y pequeñas y medianas empresas de todo el mundo. Sus publicaciones incluyen los libros Eco Fashion y ReFashioned, que recomendamos encarecidamente.

Convertirse en activista de la moda no era su in- tención, pero lo hizo. “Se desarrolló con el tiempo y fue / es solo una expresión de las cosas que me importan y del conocimiento bastante especializado que he acumulado a lo largo de los años. Como es- critora, también me parece importante compartir y documentar, y soy particularmente activa en redes sociales. La mayor parte de lo que hago es escribir, hablar y compartir, ya sea con mis alumnos, con mis libros o cuando doy una charla”. Sass se ha tomado un año sabático de la administración académica y la enseñanza a tiempo completo para completar su doctorado. Su tesis trata sobre evaluar los diversos modelos de desarrollo sostenible en el sector artesanal e identificar las mejores prácticas para proponer nuevos modelos para ayudar a mantener la artesanía global. También escribe sobre moda ética en el suplemento nacional de fin de semana en los EAU. “Todavía no he hecho planes para cuando publique mi doctorado, pero me encantaría volver a trabajar con artesanos, particularmente en África”.

 

EMPODERANDO A LAS MUJERES

El arte se ha utilizado ampliamente en todos los tiempos y lugares como una herramienta activista para desafiar el statu quo. Para Francesco Mazzarella, un buen ejemplo es el trabajo desarrollado por Lucy Orta (Cátedra de Arte en el Medio Ambiente y miembro del CSF). Su último trabajo, ‘Processions’, es un proyecto destinado a celebrar el centenario de la Ley de Representación del Pueblo de 1918, que otorgó el derecho al voto a algunas mujeres mayores de 30 años. Para este proyecto, Lucy trabajó con el equipo de Responsabilidad Social en el London College of Fashion y estableció ‘Making for Change’, una unidad de fabricación en Downview en Sutton (Reino Unido) donde las reclusas reciben capacitación en habilidades para cortar patrones y están equipadas con certificaciones de empleabilidad. “Durante un período de seis meses, Lucy colaboró con la unidad Making for Change dentro de la prisión, y con una cantidad de estudiantes de todo LCF e involucró a una treintena de mujeres, a través de talleres de creación de pancartas, redacción creativa, artesanías y cuestionarios simples, para dar dar voz a las mujeres y desarrollar un repertorio que constituyese la iconografía de una serie de pancartas co-creadas. Más de 30.000 mujeres en Londres y 90.000 en todo el Reino Unido participaron en una marcha de aniversario masivo en junio de 2018”, explica Mazzarella. A través de los comentarios recopilados, se hizo evidente que el proyecto, que usaba moda y actividades de creación, había contribuido a empoderar a las mujeres para obtener una voz y una acción colectiva. Desde entonces, el proyecto está de gira por galerías de arte contemporáneo, contribuyendo a expandir el papel que el arte y la moda, gracias a su poderosa naturaleza comunicativa, juegan en la construcción de nuestras identidades individuales y colectivas y catalizan un cambio positivo en nuestras sociedades.

 

CONECTANDO Y POTENCIANDO

Patrick Duffi, fundador de Global Fashion Exchange, es actualmente otro de nuestros activistas de moda favoritos. Está en todos lados. “Me convertí en activista de la moda cuando descubrí que había un gran problema en la industria de la moda y me llamaron para cambiarlo. Soy muy afortunado de tener acceso a recursos y herramientas increíbles y personalmente siento que es mi obligación humana tratar de hacer lo mejor que puedo para transformar la industria y hacer del mundo un lugar mejor para todos. ¡Desde el despilfarro hasta la transparencia, desde los derechos humanos hasta la circularidad, existe una gran necesidad de transformar un siste- ma roto! Me motiva la posibilidad y la positividad y espero que lo que hago y lo que hacemos en GFX resuene con los demás ahora y en los años venideros”.

This article was published in Luxiders Magazine Issue 3. To buy the Magazine, click here.
 

Words: Belvis Soler

 

 

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