Construyendo ciudades centradas en el ser humano
¿Tu ciudad da prioridad a los coches o a las personas? A medida que las ciudades evolucionan, nos esforzamos constantemente por mejorar la movilidad de los coches. Sin embargo, al hacerlo, disminuye la preocupación por la experiencia humana y se margina a los ciudadanos. La vida tiene potencial para florecer a pie de calle si se le da la oportunidad. Con ciudades centradas en el ser humano, podemos fomentar un mejor estilo de vida para los residentes, que ponga las necesidades humanas por encima de los coches. Descubre cómo este planteamiento puede transformar la vida urbana.
Según el PNUD, en 2050 más del 68% de la población vivirá en ciudades. La urbanización rápida y no planificada puede reducir la habitabilidad de una ciudad. Esto se debe a la dependencia del automóvil, el hacinamiento, la contaminación atmosférica, la congestión del tráfico, el transporte público deficiente y la escasez de espacios públicos abiertos. El desarrollo de ciudades inteligentes pretende modernizarlas y hacer frente a estos retos a través de la tecnología. Al tiempo que fomentan el desarrollo y la innovación, las ciudades no deben olvidar el bienestar de sus residentes. Las ciudades centradas en el ser humano se apartan de los modelos tradicionales de planificación urbana. Ponen la experiencia humana y las comunidades en su centro. A veces, eso significa incluso volver a prácticas de planificación urbana más antiguas para recordarnos tiempos más sencillos sin coches.
CÓMO CONSTRUIR CIUDADES CENTRADAS EN EL SER HUMANO
CIUDADES TRANSITABLES
Antes, las ciudades se caracterizaban por sus calles peatonales, fácilmente transitables y situadas a una distancia razonable del trabajo y de las cosas esenciales de la vida. Sin embargo, las zonas urbanas modernas suelen estar dominadas por grandes autopistas y, en algunos casos, aceras estrechas o inexistentes. Algunas ciudades parecen más orientadas a los coches que a las personas. En cambio, en las ciudades inteligentes la vida prospera a pie de calle. Las calles y caminos peatonales fomentan las interacciones, las actividades al aire libre y el sentido de comunidad. El aumento del tiempo que se pasa en las calles también se traduce en más interacciones con los negocios locales, lo que impulsa la economía local.
Las ciudades peatonales contribuyen a mejorar la calidad de vida de varias maneras. En primer lugar, fomentan una mayor actividad física, lo que se traduce en una comunidad más sana. Al haber menos personas que dependen del coche y más que se desplazan a pie, la congestión del tráfico puede disminuir considerablemente. Esto contribuye a reducir la contaminación atmosférica, disminuir las emisiones de carbono y minimizar el ruido. Además, las ciudades peatonales proporcionan un entorno más seguro para los peatones y los niños.
UN BARRIO SIN COCHES
Por ejemplo, Vauban, un distrito de Friburgo (Alemania), desincentiva activamente el uso del coche. Aproximadamente el 70% de la población vive sin coche, caminando o utilizando otros medios de transporte no motorizados. Las limitadas plazas de aparcamiento en las afueras tienen un coste anual. Muchas calles carecen por completo de plazas de aparcamiento, y algunas están designadas como zonas sin coches, donde los niños pueden jugar libremente. Esto crea una calle segura y espacios para el recreo. Los coches circulan principalmente por la calle principal, que conecta el barrio a través de una estación de tranvía. El tranvía une eficazmente el barrio con la estación central de Friburgo en sólo 10 minutos. Por supuesto, la eficacia del barrio es el resultado de una cuidadosa planificación urbana y del compromiso de la comunidad con el concepto.
BARRIOS DE USO MIXTO
El estilo de vida Vauban prospera gracias a un diseño que garantiza que los servicios esenciales se encuentren a corta distancia a pie. Los diseñadores urbanos vuelven a interesarse por el concepto de barrios a 20 minutos. En ellos, los residentes pueden acceder fácilmente a las necesidades comerciales, residenciales e institucionales en un corto trayecto no motorizado desde su casa. Los barrios de usos mixtos no son una idea nueva, sino olvidada en el tiempo. Muchas ciudades europeas, sobre todo en las zonas céntricas, siguen encarnando este concepto, con plantas bajas que albergan comercios minoristas y plantas superiores destinadas a uso residencial. Estos barrios suelen contar con servicios accesibles, como médicos y escuelas en las proximidades.
Sin embargo, a medida que las ciudades se expanden para acoger a más personas que se trasladan a las zonas urbanas, el diseño urbano suele dar lugar a grandes proyectos residenciales homogéneos que se olvidan de los barrios mixtos. Las necesidades comerciales se trasladan a grandes establecimientos a los que sólo se puede llegar en coche. Los servicios esenciales, como hospitales y escuelas, también se alejan de las zonas residenciales. Por lo tanto, al hacer la transición a las ciudades inteligentes, debemos tener en cuenta las necesidades locales de los residentes. La planificación urbana también puede facilitar el acceso a estas zonas mediante una red inteligente de transporte público.
UN PROYECTO INNOVADOR
UN Studio aborda de forma innovadora el desarrollo de uso mixto, ganando un concurso por su proyecto en Düsseldorf. Consta de dos torres que integran a la perfección zonas residenciales y de oficinas, realzadas por un abundante paisaje verde. El edificio también ofrece “gastronomía, servicios médicos, deportes, fitness, un centro de movilidad, una guardería, abastecimiento local, así como ofertas culturales o edutainment” , afirma UN Studio. El proyecto se centra en las necesidades de los residentes, dando prioridad a la accesibilidad, la individualidad y la diversidad.
TRANSPORTE EN CIUDADES CENTRADAS EN EL SER HUMANO
Para animar a los ciudadanos a elegir alternativas al coche, el transporte público debe ser una opción atractiva. Para lograrlo, la planificación urbana debe alejarse de los diseños centrados en el automóvil y dar prioridad a diversos modos de transporte. No basta con tener un sistema de transporte público; es necesaria una planificación urbana inteligente para garantizar que se convierta en la opción más asequible y eficiente. Es un reto complejo, pero alcanzable. Muchas ciudades están innovando con un transporte público de última generación que funciona a velocidades asombrosas. No obstante, los modos de transporte actuales también pueden contribuir a la transición hacia ciudades inteligentes y centradas en el ser humano.
ADAPTANDO EL TRANSPORTE ACTUAL
Un gran ejemplo es Curitiba, ciudad de Brasil pionera en el Tránsito Rápido de Autobuses (BRT). Diseñado en los años 70 como parte de la planificación urbanística de la ciudad, se ha convertido desde entonces en una referencia para los países de Sudamérica y de otros continentes que buscan mejorar sus sistemas de transporte en autobús. El BRT tiene un carril exclusivo para autobuses, que pasa al lado de los coches y reduce la congestión.
The Guardian destaca que las estaciones de autobuses de Curitiba son estructuras en forma de tubo, elevadas del nivel del suelo y diseñadas para resguardarse de los elementos naturales. Las estaciones de autobuses, bien diseñadas, son de prepago y garantizan la accesibilidad para todos. Una de las características más importantes es la adaptabilidad. A medida que la ciudad experimenta un crecimiento continuo, el sistema se ha ido ampliando en consonancia con los principios de planificación urbana, integrándose a la perfección con diversas formas de transporte. Esta integración da como resultado una red de transporte completa e interconectada. El Instituto de Recursos Mundiales destaca que el sistema acoge a 2,7 millones de pasajeros diarios, más que la población de la ciudad.
CIUDADES INCLUSIVAS Y ACCESIBLES
Para que la transición a las ciudades inteligentes y centradas en el ser humano sea completa, debemos hacerlas accesibles para todos. Helena Dalli, Comisaria Europea de Igualdad, señala que “alrededor de 87 millones de personas tienen algún tipo de discapacidad en la UE y necesitan acceder a ella en igualdad de condiciones que los demás”. Varias ciudades lideran los esfuerzos para garantizar que todos puedan disfrutar de las ventajas de una ciudad inteligente.
La ciudad de Luxemburgo sigue un planteamiento de “diseño para todos” que la hace accesible, independientemente de su edad o discapacidad. La ciudad está diseñada para ser fácilmente accesible con transporte público gratuito. El sistema de transporte está equipado con iBeacons, una tecnología que permite a los usuarios recibir información práctica. Es especialmente útil para los usuarios con discapacidad visual. Las estaciones también ofrecen pictogramas y funciones de texto a voz para facilitar el uso a los usuarios con discapacidad.
En Luxemburgo, el Departamento de Integración y Necesidades Especiales desempeña un papel crucial. A través del comité participativo, las personas con discapacidad contribuyen activamente a dar forma a todos los proyectos de la ciudad. El departamento colabora estrechamente con diversos organismos municipales para mejorar los servicios de accesibilidad. Del mismo modo, Barcelona cuenta con un Instituto Municipal para Personas con Discapacidad, en el que el 50% del cuerpo administrativo está formado por personas con discapacidad. Este organismo se esfuerza por garantizar la igualdad de acceso a actividades, servicios y espacios públicos.
PASOS MÁS INMEDIATOS
La planificación urbana es fundamentalmente un plan a largo plazo, y el cambio hacia ciudades inteligentes es un proceso gradual que se desarrolla a lo largo del tiempo. Aunque muchas de las recomendaciones que se ofrecen son consideraciones esenciales para la planificación urbana, las comunidades y los responsables políticos también pueden adoptar medidas más inmediatas para fomentar cambios positivos. Un planteamiento eficaz es revitalizar los espacios descuidados y convertirlos en zonas funcionales. Los espacios públicos, parques y zonas verdes bien diseñados pueden contribuir a una mayor calidad de vida. Pueden aportar nueva energía al paisaje urbano y fomentar las comunidades. Incluso podemos empezar simplemente arreglando las viejas aceras, convirtiéndolas en un lugar por el que nos gustaría pasear.
Puede que la transición a una vida sin coche, como en Vauban, no sea factible aún para todas las situaciones. Sin embargo, al adoptar opciones de transporte sostenible y participar activamente en iniciativas comunitarias, contribuimos de forma integral al cambio que buscamos.
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© Micaela Parente via Unsplash
Words:
Francesco Witt
Luxiders Magazine