El Coste de la Sostenibilidad en la Moda

A diferencia de la moda rápida, la sostenibilidad en la moda requiere un proceso de producción mucho más preciso, meticuloso y refinado. Por ello, los productos se vuelven inaccesibles debido a sus elevados costes. Aunque la mayoría de la gente busca opciones con conciencia ambiental y social, algunos no tienen los medios financieros para pagarlas.

Según el Banco Mundial, la pandemia ha aumentado los niveles de pobreza en el mundo. Millones de personas no han podido entrar en la fase de recuperación. El número de personas que viven en la pobreza extrema puede haber aumentado un 11% en ese año, pasando de 648 millones a 719 millones. Este aumento hizo que la tasa de pobreza extrema superara en un 1,2% las previsiones para 2022 . Asimismo, a causa del conflicto entre Rusia y Ucrania, varias regiones, especialmente Europa, han sufrido inflaciones que perpetúan las subidas de precios en productos sostenibles y muchos más.

Está claro que esta crisis no afecta a todos por igual, reduciendo las oportunidades de compra sostenible a sectores específicos. En el caso de los particulares, se trata de un dilema de prioridades, ya que las familias de ingresos medios y bajos elegirán como primera opción los productos que sean baratos. La decisión de los consumidores sobre un artículo se basa principalmente en su precio, independientemente de que sea sostenible o no. Dada esta cuestión económica, no muchos piensan en gastar e invertir en sostenibilidad.

En cuanto a la industria de la moda, el fast fashion ha creado una gama común de precios increíblemente bajos, haciendo que los consumidores sólo busquen este tipo de marcas. Aunque muchos no consideran que esto conlleva un alto precio medioambiental y laboral, es la forma más cómoda de comprar ropa para muchos. Además, el poder de la moda rápida para ofrecer precios tan bajos le permite ser altamente competitiva y difícil de alcanzar en el mercado.

La moda sostenible, en cambio, sí tiene en cuenta en su estructura empresarial aspectos para proteger el medio ambiente y a las personas. Pero debe encontrar la manera de convertirse en una moda de bajo coste. Porque en ese caso podría convertirse en la solución para disminuir los efectos negativos de la moda en el mundo. Por eso es importante preguntarse de qué depende y cómo la moda sostenible podría llegar a ser asequible.

PRENDAS ÉTICAS A UN PRECIO DEMOCRÁTICO

Uno de los principales retos de la industria de la moda sostenible es ofrecer precios asequibles, pero ¿qué se necesita para conseguirlo?
Es cierto que parte de este cambio de precios depende de los consumidores. Básicamente, aplicando la ley de la oferta y la demanda, si la demanda de productos sostenibles es alta, los precios bajarán. No debería costar una fortuna cualquier artículo de moda sostenible siempre que haya suficiente demanda de los consumidores.

Es posible que muchos apliquen la filosofía de la calidad sobre la cantidad en sus patrones de consumo. Porque así es posible comprar piezas caras pero que duren más tiempo, en lugar de adquirir piezas más baratas que tengan un ciclo de vida corto. Si uno lo piensa, este pensamiento es útil y podría marcar una gran diferencia, pero a muchos no se les escapa que no tienen el privilegio de hacerlo.

Por lo tanto, esto también depende del desarrollo del negocio. En la fijación de un precio intervienen factores como el marketing, los costes, los resultados de la competencia, la segmentación del mercado, las ventas, las preferencias de los clientes, etc. Por tanto, la decisión de abaratarse se basa exclusivamente en el progreso y el desarrollo de la marca.

Algunos de los ejemplos actuales de procesos o materiales que las empresas de moda sostenible están utilizando para abaratar el precio de sus productos son los siguientes

TELAS RECICLADAS

El abastecimiento de tejidos reciclados es cada vez más barato. El algodón y el poliéster son sólo algunas opciones que las empresas pueden adquirir a precios considerables. Ahora hay muchas empresas que ponen a disposición de muchas marcas tejidos reciclados al por mayor. Finalmente, esta es una gran opción para ajustar el precio de muchos productos a algo más barato. Si a esto se le añade el hecho de que las empresas son dueñas de su propia fábrica, entonces es aún mejor.

MAQUINARIA DE ALTA TECNOLOGÍA

Aprovechando la revolución tecnológica de este siglo, la industria de la moda tiene la disponibilidad de mejorar e innovar en sus procesos de producción, y el hecho de que las empresas inviertan en su infraestructura les da el espacio para hacer productos baratos. Una de las características más importantes de estas herramientas es que hacen el trabajo más eficiente, por lo que el gasto ya no es el mismo. Tal vez obtener estas herramientas en un primer momento no sea tan barato, pero a la larga aportará más beneficios tanto a la empresa como a los consumidores. Por ejemplo, hay muchas máquinas en la industria de la moda que se utilizan para evitar gastar mucho dinero en el embalaje.

MODELO DE NEGOCIO D2C

Este modelo consiste en un servicio directo de la empresa al consumidor final. La eliminación de terceros en el comercio puede ser una buena forma de conseguir precios asequibles. A través de este tipo de estrategia (business to consumer) es posible ofrecer productos online. De este modo, el productor ofrece moda sostenible sin incurrir en costes de transporte, instalaciones, tarifas de tiendas, etc. Esto supone un importante ahorro de costes, que puede ayudar a reducir los precios para los compradores. A este modelo es posible añadir una estructura de economía circular. 

COLECCIONES ATEMPORALES

Ya se trate de colecciones de zapatos, bolsos, accesorios o ropa, crear piezas que puedan utilizarse a lo largo del tiempo es una idea ganadora. Actualmente, hay más de 52 temporadas durante el año, en las que se presentan más diseños. Esto ha acabado provocando una sobreproducción de ropa y un stock sin vender. Una estrategia inteligente para cualquier marca sostenible es crear productos atemporales porque se pueden guardar en caso de que no se hayan comprado y en otra temporada o estación se vuelven a vender sin que suponga un gran gasto para la empresa.

© Imagen Destacada: Lucrezia Carnelos via Unsplash

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Regina Berndt
Luxiders Magazine