El potencial oculto de las algas

 
 

 

Las algas son más valiosas de lo que se piensa. Han demostrado ser una alternativa sostenible en muchas industrias. Alimentos, combustible, plástico y lucha contra el cambio climático. Sólo estamos empezando a descubrir su verdadero potencial.

 

Para recibir el Newsletter de Luxiders, suscríbete aquí.

 

 
 

Predominantemente organismos fotosintéticos acuáticos del reino Protista, las algas han estado en la Tierra mucho antes que los humanos. Las algas son diferentes de las plantas complejas, pero contienen cloroplastos que hacen posible la fotosíntesis. Aunque las algas son muy antiguas, su verdadero potencial sólo se ha descubierto y reconocido recientemente. ¿Por qué necesitamos las algas más de lo que esperábamos?

ABSORCIÓN DE DIÓXIDO DE CARBONO (CO2)

Según la Agencia de Protección del Medio Ambiente (Environmental Protection Agency), casi el 80% de las emisiones de gases de efecto invernadero se producen en forma de CO2. Los científicos han descubierto que las algas tienen la capacidad de extraer dióxido de carbono de la atmósfera convirtiéndolo en biomasa y oxígeno mediante la fotosíntesis. Esto ocurre a un ritmo relativamente rápido. Mientras que un acre de bosque utiliza 2,18 kilogramos de CO2 al día, un acre de algas utiliza alrededor de 2,7 toneladas de dióxido de carbono. La capacidad de secuestro de carbono de las algas es tan impresionante que pueden desempeñar un papel crucial en la lucha contra el cambio climático.

SUPLEMENTOS ALIMENTARIOS PARA ANIMALES

Tras el dióxido de carbono, el metano es el segundo gas de efecto invernadero que más contribuye al cambio climático. La agricultura es responsable de aproximadamente el 40% de las emisiones de metano causadas por el hombre, un peligroso contaminante atmosférico y un potente gas de efecto invernadero. Dado que el metano es un gas de efecto invernadero aún más potente que el dióxido de carbono, su reducción puede tener importantes efectos positivos sobre el cambio climático. Uno de ellos es frenar el calentamiento global. La mayor parte de las emisiones de metano de la agricultura proceden de los cultivos vivos.

Algunas especies de algas, como la Asparagopsis taxiformis, pueden reducir hasta un 82% las emisiones de metano del ganado cuando se añaden pequeñas cantidades a su alimentación. Además, los nutrientes, proteínas y vitaminas de las algas aportan todo lo necesario para una alimentación animal sana y sostenible. El uso de algas en la alimentación animal también reduce el impacto medioambiental de la producción tradicional de cultivos para piensos, ya que las algas pueden producirse de forma eficiente en diversos entornos.

FERTILIZANTE DEL SUELO

En el ámbito de la agricultura, las algas también pueden utilizarse como fertilizante natural para el suelo. Un compost de algas rico en nutrientes no sólo mejora la fertilidad del suelo, sino que también promueve prácticas agrícolas sostenibles al sustituir a los nocivos fertilizantes químicos. Además, los fertilizantes del suelo a base de algas aumentan la retención de agua, estimulan la actividad microbiana del suelo y favorecen la disponibilidad de nutrientes para las plantas.

 

PRODUCCIÓN DE BIOCOMBUSTIBLE

El uso de algas en el campo de la producción de combustible también reviste gran interés. Aunque las algas no tienen la eficiencia energética de los combustibles fósiles, pueden quemarse como biocombustible para impulsar el transporte. Los biocombustibles derivados de las algas representan una alternativa renovable y más respetuosa con el medio ambiente que los combustibles fósiles tradicionales. A diferencia de los combustibles fósiles, cuando se quema biomasa seca de algas se libera más oxígeno y menos dióxido de carbono en la atmósfera, lo que tendría un impacto medioambiental positivo.

 
 
 
 

PRODUCCIÓN DE BIOPLÁSTICOS

La contaminación por plásticos se ha convertido en uno de los mayores problemas medioambientales. Los residuos plásticos permanecen en el medio ambiente durante años, convirtiéndose en diminutas partículas conocidas como microplásticos. Los microplásticos se extienden por todo el mundo interfiriendo en la cadena alimentaria y suponiendo un peligro para las personas, los animales y el medio ambiente. Pero, ¿y si existiera otro tipo de plástico que se biodegradara? Las algas entran en juego revolucionando toda la producción de plástico.

Un grupo de investigadores de la Universidad de Tubinga ha introducido un nuevo actor en la producción de bioplásticos: las cianobacterias, también conocidas como microalgas. Algunas algas contienen y producen bioplásticos de forma natural en forma de polihidroxibutirato (PHB). Según el estudio, tras algunas modificaciones genéticas, la cantidad de PHB producida por las bacterias aumentó tan enormemente que llegó a representar más del 80% de la masa total de la célula. La cantidad de PHB producida por la bacteria es tan grande que algún día podría sustituir al polipropileno, el segundo plástico tradicional más utilizado.

 

NUTRICIÓN Y SUPLEMENTOS NUTRICIONALES

Las algas también ofrecen numerosos beneficios para la salud por su riqueza en nutrientes como proteínas y fibras alimentarias, así como altos niveles de yodo, calcio, magnesio, hierro y diversas vitaminas. Las algas son muy nutritivas y constituyen un gran suplemento. Con su bajo contenido calórico y su alta biodisponibilidad, las algas son un valioso complemento de una dieta equilibrada, que favorece la salud y el bienestar general. Las algas son especialmente buenas para los veganos porque contienen una gran variedad de proteínas y la vitamina B12 que normalmente sólo contienen los productos de origen animal.

Además, algunos tipos de algas contienen ácidos grasos omega-3. Los omega-3 de la mayoría de las plantas no son tan potentes como los del pescado. Por suerte para quienes no disfrutan comiendo pescado o tomando suplementos de aceite de pescado, las algas son una excepción. Es una fuente vegetal de omega-3 y, a diferencia de los frutos secos y las semillas, el organismo absorbe fácilmente los ácidos grasos que contiene. Los ácidos grasos omega-3 mantienen la salud del corazón, favorecen la función cognitiva, alivian los síntomas de la artritis reumatoide e incluso reducen el riesgo de depresión.

 

LAS ALGAS EN LOS COSMÉTICOS

Dado que la industria de la belleza sigue apostando por los ingredientes naturales y sostenibles, las algas han recibido últimamente más atención como opción ecológica para conseguir una piel radiante y de aspecto saludable. En el ámbito de la cosmética, y especialmente en el cuidado de la piel, las algas se están convirtiendo en un poderoso ingrediente que ofrece multitud de beneficios para el cuidado de la piel y la belleza.

Las investigaciones han descubierto que las algas marinas pueden utilizarse para combatir el estrés oxidativo que provoca el envejecimiento de la piel. El envejecimiento cutáneo es un proceso lento relacionado con la reducción de la producción de colágeno y la disminución de varias actividades enzimáticas que provocan numerosos cambios en la textura de la piel. Las algas, ricas en vitaminas, minerales y antioxidantes, actúan como un complejo antienvejecimiento natural y la protegen contra los factores de estrés ambiental, mientras que la clorofila que contienen contribuye al suministro de oxígeno de la piel. Desde hidratantes y sueros hasta mascarillas y exfoliantes, los productos con algas son conocidos por sus efectos calmantes y suavizantes, que los hacen adecuados para pieles sensibles.

 
 

Highlight Image: © The Tampa Bay Estuary Program via Unsplash

+  Words:
Kseniia Gavrilova
Luxiders Magazine