Mindfulness en la Casa del Desierto
Los desiertos proporcionan materias primas para la vida. Cada año, el viento levanta más de 2.000 millones de toneladas de polvo al cielo. Al menos una cuarta parte de este polvo cae al mar y proporciona los nutrientes que necesitan los organismos microscópicos para alimentarse y reproducirse. Estos organismos, a su vez, forman la base de la reproducción de las especies en el océano.
Por otro lado, el polvo del desierto suspendido en la atmósfera tiene diferentes colores, tamaños y composición química según los cuales, sus efectos sobre la radiación atmosférica pueden ser diferentes. El polvo de cuarzo transparente enfría el clima al reflejar la luz solar. El polvo de óxido de hierro, de color rojo oscuro, lo calienta a través de la absorción de la luz.
El planeta tiene más de 50 millones de kilómetros cuadrados de desiertos, que cubren casi un tercio de la superficie de la tierra. Elegimos uno, el desierto de Gorafe, para presenciar el misterio de la naturaleza por nosotros mismos. Allí encontramos un lugar mágico: la Casa del Desierto.
Sandalias de ÇAPLAIT. Cada par de zapatos, diseñados en Gran Bretaña, cobra vida en manos de los artesanos en Pakistán. Cuidan cuidadosamente cada creación, elevando el zapato tradicional al nivel del lujo inteligente.
El Singing Bowl de Peter Hess (R) de HESS KLANGKONZEPTE está hecho a mano con metales vírgenes para crear vibraciones armónicas puras de larga duración y sonidos para una relajación profunda.
Guardapolvos de D´TALHES , diseñado y confeccionado de manera artesanal, ética y socialmente responsable con materias primas ecológicas (55% lino y 45% algodón). Es una prenda única de edición limitada para un estilo de vida slow.
Maxibolso D-RAÍZ de la colección Atlántica. Está hecho de manera totalmente artesana a partir de tejido de loneta de algodón recuperado de stocks de la industria textil alpargatera del Levante de los años 50 y 60.
El desierto Gorafe es un desierto desconocido, aislado y despoblado en la sierra de Granada (Andalucía, España) en el que, con mucha suerte, te puedes cruzar con los pastores de la zona. Allí, en medio de la nada, pasamos la noche en una casa de cristal, La Casa del Desierto, que nos permite sentir en primera persona lo que es vivir aislado y dormir literalmente rodeados de estrellas.
La experiencia de dormir en medio de la nada en una cápsula de cristal es única. Lo único que se mueve son las plantas de Esparto. Todo lo demás está quieto como un lienzo. “El esparto ha sido el medio de vida de los habitantes de la zona hasta que apareció el plástico” –nos cuenta el guía –“hoy, sólo se utiliza algún matojo por los artesanos de la zona”. Del esparto han vivido los habitantes de la zona hasta que apareció el plástico. Ahora sólo es utilizado por unos pocos artesanos de la zona y el esparto crece a sus anchas sin que nadie lo recoja. Además del esparto, en la zona hay almendros y plantaciones de trigo, y la zona se convierte en el terreno perfecto para el pasto.
La Casa del Desierto
Viajar a la Casa del Desierto es un viaje en el tiempo. Con planta en forma de estrella, sus cristales consiguen aislar el calor y el frío exterior en un clima extremo, imitando la temperatura natural que hay en el interior de las casas-cueva de la zona, excavadas en las montañas, donde hay una temperatura constante de 20º todo el año. Las cuevas son típicas de la zona desde la Prehistoria. Hoy se han convertido en hoteles rurales y son lo que le dan vida al pueblo de Gorafe. La zona se conoce también por su historia paleontológica, sus balnearios naturales y las rutas megalíticas.
Las vistas desde la casa de cristal son impresionantes. A un lado, el río Gor; a otro, la Sierra de Los Coloraos, una sierra de piedra roja que se conoce como el Gran Cañon español y es la más visitada de la zona. El desierto fue un inmenso lago que se secó hace 100 millones de años. Dicen que es un desierto nuevo, ya que 100 millones de años es sólo 1 segundo en la historia de la geología. El Valle de Gor está formado por las badlands, terrenos áridos y abarrancados, que forman una cuenca sedimentaria interior que le da sus tonos pictóricos.
Pero no todo es desierto en la zona. A pocos kilómetros del pueblo, se encuentran los balnearios naturales, cascadas naturales de agua caliente con propiedades naturales en las que puedes darte un baño para sentir de cerca la naturaleza y huir del calor. De camino a los balnearios se ven pequeñas granjas, perros callejeros, casas abandonadas, cactus y chimeneas que salen de la tierra como si estuvieses en otro planeta. La falta de señalización de la zona obliga al turista a viajar con guía. De vez en cuando se cruza un 4×4, realizando un safari paisajístico.
En el pueblo de Gorafe la vida transcurre a otro ritmo. Sentados en la plaza del pueblo, aparecen personas fruto de la casualidad o la serendipia para contarte historias y anécdotas de los viajeros de la Sierra de Gorafe. Nos cuentan cómo ha cambiado la zona. Antes había jabalís, conejos y otra fauna salvaje, que han ido desapareciendo debido a los químicos que se usan en los cultivos. Se ven águilas, cuervos y otras aves que surcan el cielo. Las líneas dibujadas por los aviones en el cielo, las chemtrails, se convierten también en parte del paisaje.
De noche, la casa de cristal se convierte en una estación astronómica, con una panorámica del cielo en 360º. La zona cuenta con el Certificado Starlight y muy baja contaminación lumínica. La Casa del Desierto es un lugar único, un experimento que ha contribuido a dar a conocer el entorno, los pueblos y la gente del lugar. Y no sólo eso, vivir en su interior, con espejos en techos y paredes, aporta una energía especial, la misma que aportan los dólmenes milenarios de la zona. La meca del mindfulness. Un lugar donde olvidarte de todo y sentirte el único privilegiado que puede disfrutar de ese entorno y ese momento en el mundo.
Credits
Creative Direction & Production LUXIDERS
Photography COCO RUBIO
Words: HELENA G.
Special Thanks LA CASA DEL DESIERTO & GUARDIAN GLASS
Special Thanks Vintage Clothes PENINSULA VINTAGE SHOP