Cómo mantener tu salud hormonal
Las hormonas son los mensajeros químicos responsables de regular una amplia gama de procesos biológicos que incluyen el crecimiento, el desarrollo, el metabolismo, la función sexual y la reproducción, la función cognitiva y el estado de ánimo, además del mantenimiento de la temperatura corporal y el apetito. El desequilibrio hormonal puede afectar estas funciones vitales y provocar efectos secundarios indeseables así como problemas de salud.
El nivel de hormonas en nuestro cuerpo puede verse afectado por muchas cosas, como la nutrición, el ejercicio, el sueño, el estrés, la genética, el envejecimiento, los factores ambientales, la salud intestinal y las elecciones de estilo de vida. Además, la fluctuación en una hormona tiene un efecto dominó sobre otras hormonas, creando desequilibrios adicionales. Aunque se pueden recetar medicamentos para equilibrar los niveles de hormonas, cambiar tu dieta y hábitos de vida es una forma más efectiva, sostenible y beneficiosa de mejorar la salud de tus hormonas y tu salud física y mental.
Nuestro cuerpo produce hormonas a partir de los alimentos que consumimos. Por eso es vital mantener una energía saludable y una ingesta equilibrada de nutrientes. A medida que evolucionamos para depender de las hormonas del estrés en lugar de las hormonas reproductivas o metabólicas, priorizamos la síntesis de las hormonas del estrés. Cuando nuestro cuerpo experimenta estrés debido a la ingesta inadecuada de nutrientes o al sueño, por ejemplo, probablemente nuestros niveles hormonales sufrirán un desequilibrio. Para minimizar estas fluctuaciones no saludables, son esenciales una dieta y un estilo de vida saludables.
Los desequilibrios hormonales más comunes incluyen niveles bajos de testosterona, estrógeno alto o bajo, baja progesterona, cortisol alto y tiroides alta o baja. Los síntomas de estos desequilibrios incluyen cambios en el apetito, el peso y el estado de ánimo, así como problemas digestivos, disfunción sexual y disminución de la libido y períodos irregulares en las mujeres. Los altos niveles de cortisol se asocian típicamente al estrés crónico y el sueño deficiente, mientras que otros desequilibrios hormonales se ven afectados principalmente por nuestra dieta y pueden reequilibrarse mediante el consumo de una amplia gama de nutrientes.
Nutrientes para las hormonas
Las diferentes glándulas en nuestro cuerpo requieren diferentes nutrientes para producir diferentes hormonas, por lo que la variedad es un componente crucial de nuestra dieta. Para prevenir la sobreactivación de nuestro sistema inmune -ya que esto puede llevar a una respuesta autoinmune contra sus propias glándulas productoras de hormonas-, debemos concentrarnos en mantener un intestino sano mediante el consumo de alimentos principalmente antiinflamatorios que minimizan el estrés. Una dieta hormonal saludable comprende un equilibrio de macronutrientes, suficientes micronutrientes, muchos alimentos probióticos, fuentes saludables de grasa, al menos 25 g de fibra y 8 vasos de agua al día. El alcohol y la cafeína se pueden consumir con moderación, sin embargo, se deben evitar los alimentos inflamatorios como los granos refinados, los aceites hidrogenados, los azúcares procesados y las grasas transaturadas. Los alimentos integrales son ricos en nutrientes y, por lo tanto, respaldan la producción saludable de hormonas.
Controlar el estrés mediante el fomento de hábitos de vida positivos, como hacer ejercicio regularmente, practicar yoga, dormir lo suficiente, meditar, ser sociable y pasar tiempo al aire libre también contribuirá a conseguir niveles saludables de hormonas. Evita fumar, ya que interfiere con las hormonas reproductivas y el sistema inmunológico de tu cuerpo, además de presentar otros problemas de salud. La exposición a ciertos productos químicos en envases de plástico, pesticidas y contaminantes también puede interferir con tus hormonas.
Lograr el equilibrio hormonal requiere dedicación y perseverancia. Para prevenir los problemas de salud mental y física causados por el desequilibrio hormonal, tu estilo de vida debe adaptarse para priorizar la ingesta de nutrientes, la actividad física, el sueño y el control del estrés. Crear hábitos que promuevan la producción hormonal necesaria y eviten los factores que contribuyen a las fluctuaciones poco saludables de la hormona asegurarán que tu cuerpo pueda llevar a cabo las funciones biológicas esenciales que lo mantienen saludable y feliz.
+ Textos: Yasmin Razzaque