¿El tiempo delante de la pantalla causa el envejecimiento prematuro de la piel?

 

Las gafas que bloquean la luz azul para ordenadores y dispositivos se presentaron al público alrededor de 2013, pero no cobraron impulso hasta unos años después, en 2019, proféticamente justo antes de la transición masiva del mundo al trabajo desde casa debido a la pandemia de 2020.

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Sin embargo, aunque mucha gente se ha subido a la moda citando la fatiga visual digital, la alteración del ciclo de sueño y/o los problemas de salud ocular como la razón de sus gafas, mucha menos gente ha investigado –o incluso ha oído hablar– de los efectos que la luz azul puede tener en nuestra piel.

Ahora parece obvio, pero cuando estamos sentados frente a las pantallas todo el día, no son sólo nuestros ojos los que están expuestos a la luz procedente de nuestros dispositivos, sino toda nuestra cara. Por eso, en el último año han surgido marcas enteras de cuidado de la piel dedicadas a la protección contra la luz azul y cada vez hay más productos que incluyen la protección contra la luz azul entre sus beneficios. Pero, ¿son necesarios estos productos? ¿O son otra moda creada por la maquinaria de marketing?

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© Ivana Cajina via Unsplash

¿QUÉ ES LA LUZ AZUL Y CÓMO AFECTA A LA PIEL?

La luz azul es la parte de mayor energía del espectro de luz visible y, por tanto, la más cercana al espectro de luz ultravioleta (UV). Hace tiempo que conocemos los efectos negativos de la luz UV, como el cáncer de piel y el envejecimiento cutáneo, y por eso los dermatólogos recomiendan constantemente incluir un protector solar en la rutina diaria de cuidado de la piel, llueva o truene. Y aunque no se sabe que la luz azul provoque cáncer de piel, hay pruebas científicas que sugieren que contribuye al envejecimiento de la piel. “Lo hace generando especies reactivas de oxígeno (ROS) en la piel”, dice Kenneth Howe, dermatólogo de Nueva York. “Estas ROS, o radicales libres, a su vez, causan daño oxidativo dentro de la piel”. Este daño oxidativo puede acabar provocando la pérdida de colágeno y fibras elásticas, lo que da lugar a una reducción de la elasticidad y a la aparición de arrugas finas. Algunos estudios también han relacionado la exposición de la piel a la luz azul con cambios en la pigmentación.

Antes de que empieces a pensar en llevar una pantalla facial mientras miras el ordenador, es importante tener en cuenta no sólo los efectos potenciales generales de la exposición a la luz azul en nuestra piel, sino también la intensidad de la fuente de esa exposición, porque estos efectos dependen de la dosis. Aunque muchos de nosotros pasamos innumerables horas frente a las pantallas hoy en día, lo que contribuye a nuestra exposición acumulada durante un largo período de tiempo, la intensidad de la luz azul emitida por los dispositivos es mucho menor que la del sol, que, si se sale al exterior, es con mucho la principal fuente de luz azul en nuestras vidas. Algunos informes han demostrado que “ocho horas de pantalla pueden equivaler a 20 minutos de exposición al sol”. Aunque la exposición de las pantallas es ciertamente significativa, sobre todo porque muchas personas están en los ordenadores para trabajar día tras día, hay que repetir que el sol es una fuente mucho más potente de estas longitudes de onda de luz y no debe olvidarse.

It is important to consider not only the overall potential effects of blue light exposure on our skin, but also the strength of the source of that exposure, because these effects are dose-dependent.

QUÉ PUEDES HACER AL RESPECTO?

La investigación sobre la luz azul y cómo afecta a las distintas partes de nuestro cuerpo ha avanzado mucho, pero, por supuesto, siempre hay más cosas que aprender. Prevemos que la legislación que regula la protección contra la luz azul seguirá cambiando en los próximos años, pero por ahora parece claro que existe al menos una relación entre la exposición y el envejecimiento de la piel. Aunque no creemos que sea necesario dedicar toda una parte de tu rutina de cuidado de la piel a la protección contra la luz azul, aquí tienes tres sencillos pasos que puedes seguir para ayudarte en la batalla contra el nuevo antagonista de tu piel.

1. Activa el modo nocturno de tu dispositivo.

A veces llamado cambio nocturno o luz nocturna, este ajuste reducirá la emisión de luz azul de la pantalla de tu ordenador, tableta o teléfono. Normalmente te permitirá establecer las horas en las que quieres que se active, que suelen ser desde el atardecer hasta el amanecer, ya que la exposición a la luz azul durante el día es realmente beneficiosa para nuestro ciclo de sueño y vigilia. Si buscas la máxima protección para la piel, puedes considerar dejar el modo nocturno activado en todo momento (pero ajustarlo en consecuencia si tu ritmo de sueño se ve afectado), o puedes optar por mantener el brillo de la pantalla en el extremo inferior en general, lo que reduce todas las emisiones de luz, incluida la luz azul, pero no tanto como lo haría el modo nocturno.

2. Utiliza un protector solar físico.

Aunque pueda parecer extraño utilizar un protector solar incluso cuando piensas quedarte en casa todo el día, los efectos de la luz azul significan que hay más razones que nunca para incorporar este cuidado esencial de la piel a tu rutina. Sin embargo, la clave está en un protector solar físico (o a veces llamado mineral) en lugar de químico. Los ingredientes activos más comunes en los protectores solares físicos son el óxido de zinc y el dióxido de titanio, que, según explica Howe, “actúan reflejando la luz, ya sea la radiación UV o la luz visible”, para que no pueda penetrar en la piel. Por el contrario, los protectores solares químicos sólo están dirigidos a proteger la piel de los rayos UV y no tienen una eficacia regulada contra la luz visible.

3. Introduce los antioxidantes en tu rutina de cuidado de la piel.

Los antioxidantes son la respuesta al problema de las radiaciones solares generadas por la luz azul, ya que las neutralizan antes de que se produzcan daños en la piel. Aunque la optimización de los dispositivos y la aplicación de protectores solares son excelentes estrategias defensivas para mantener tu rostro bien protegido, un producto de cuidado de la piel rico en antioxidantes será tu táctica ofensiva para salvar tu piel de cualquier rayo errante que consiga colarse. Los antioxidantes han sido los ingredientes estrella del cuidado de la piel contra el envejecimiento durante años, y no hay necesidad de que sean específicos de la luz azul.

© Daria Nepriakhina via Unsplash

 

 

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@ Unsplash

+ Words:
Dorice Lee
Luxiders Magazine Contributor

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