Una industria musical sostenible | ¿Deberías deshacerte de tus vinilos?

 

 

La industria musical mundial se enfrenta hoy en día a un dilema sobre sostenibilidad: ¿Es más ecológico transmitir música por Internet que comprar discos físicos?

 

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Puede que te suene el dicho "Music on, world off", sobre todo desde que la época dorada de Tumblr estaba llena de usuarios que reblogueaban esta cita. Sin embargo, las recientes medidas adoptadas por artistas, plataformas, usuarios y discográficas demuestran que es posible una vía alternativa. Puedes seguir disfrutando de tu música sin conectarte al mundo, pero ahora existe la posibilidad de mantener el mundo "encendido". Se trata de la división entre las plataformas de streaming online y la compra de copias físicas de los álbumes. Tras el meteórico ascenso de plataformas de streaming online como Spotify, Apple Music, Youtube y Deezer; la industria ha observado un gran descenso en las ventas de música física. Un artículo de Forbes afirma que en los últimos 10 años se ha vivido un descenso de 100 millones en la venta de discos. Al observar las estadísticas de usuarios de Spotify en los últimos 7 años, se calcula un crecimiento del 500% con los 433 millones de usuarios actuales. Entonces es mejor admitirlo: Sí, está ocurriendo. Nos estamos deshaciendo de los discos físicos.

 
 
 
 
 

DISCOS FÍSICOS Y RESPETO POR EL MEDIO AMBIENTE

La música que solíamos comprar y poner en nuestros reproductores fue testigo de una transformación material a lo largo de las décadas. Los antiguos discos de goma laca no eran tan resistentes a los daños causados por los líquidos. Así surgieron los CD fabricados en PVC para sustituirlos. Los nuevos discos de música de plástico eran ahora más duraderos y había mucho menos riesgo de que se estropearan al disfrutar de un momento vino-cena-música. Además, al ser de plástico, era más difícil que se rompieran. Aunque en teoría suena perfecto, su carga para el ecosistema se hizo más pesada. The Conversation afirma que esos discos fabricados con PVC suelen contener 135 g de PVC, lo que se traduce en 0,5 kg de CO2. La fuente apoya la información con un dato desgarrador: un disco de 4,1 millones de copias vendidas provoca casi 2 toneladas de CO2, sin calcular el transporte y el embalaje. Esto significa que tu artista favorito puede sacar un nuevo disco y tener éxito con grandes ventas, pero dañará el ecosistema igual que 400 personas al año. ¿Merece la pena?

 

RECHAZAR LA TRADICIÓN

En los últimos años, algunos artistas y sellos discográficos han intentado encontrar soluciones al enorme problema de la huella de carbono de los álbumes físicos. La industria masiva del K-Pop fue una iniciativa. Básicamente rechazaron la tradición y abrazaron la modernidad: JYP Entertainment, que representa a artistas como TWICE, Stray Kids e ITZY, anunció que empezaría a publicar álbumes sólo digitales. La discográfica declaró que esta decisión reducirá su huella de carbono y contribuirá a salvar el medio ambiente. Otra artista que adoptó una medida similar fue la música indie-pop neozelandesa Lorde. Al publicar su tercer álbum de estudio "Solar Power" en 2021, declaró que no habrá copias físicas del disco. Dado que su álbum se basa en temas relacionados con la sostenibilidad y la ecología, expresó que sería mejor mantenerse fiel a su visión artística.

Aun así, los artistas siguen reconociendo el hecho de que sus fans quieren materiales para sentirse parte del viaje musical, o de la llamada "era" de un artista. Tanto Lorde como JYP Entertainment han ideado soluciones similares al respecto: Aunque no producirían discos con PVC incluido, han lanzado cajas de música que contienen códigos QR para escuchar la música en streaming, algunas notas manuscritas y fotografías de los rodajes de los álbumes. La motivación era proteger la conexión entre artistas y fans al oponerse a las emisiones masivas de carbono.

 
 
 
 
 

¿SERÁ LA MÚSICA DIGITAL LA SALVADORA?

Aunque la reducción de los discos físicos parece una opción ecológica, debemos recordar que es importante preguntarse por el impacto de la alternativa. En ese punto, debemos saber cómo funciona el streaming de música digital. Según The Conversation, nuestros archivos de música se colocan en servidores activos. Esos archivos se transmiten por Wi-Fi cada vez que hacemos streaming de música y esto supone un gasto aproximado de 107 kilovatios por hora de electricidad al año. En comparación con los reproductores de CD, el coste por funcionamiento es tres veces superior. Teniendo en cuenta que comprar discos o vinilos es algo que se hace una sola vez y emite carbono, el streaming online es un uso continuo de energía. En este sentido, decidir en función de tus hábitos de escucha en este dilema sería la opción más óptima.

Si eres un oyente al que le gusta explorar nuevos temas y escuchar cualquier canción dos o tres veces, entonces el streaming digital es para ti: Porque descubrir nueva música comprando copias físicas supondrá mayores emisiones de carbono. En cuanto a los podcasts, es imprescindible escucharlos online. Pero si te identificas como un oyente apasionado al que le encanta escuchar el mismo disco en streaming repetidas veces, comprar copias físicas puede seguir siendo lo mejor de lo peor. Así pues, lo que tenemos que hacer es analizar nuestros hábitos de consumo de música y actuar en consecuencia, al recordar que el mundo está cambiando. Aunque este cambio afecta a todas las industrias, cada día nos enfrentamos a varias opciones para mostrar más respeto por el medio ambiente. En este punto, tu acción personal importará más de lo que puedas imaginar. Así como es posible una experiencia más sostenible de escuchar música, también lo es un mundo más sostenible.

 
 

Highlight Image:
© Charlie Alcaraz via Unsplash

Words:
Tolga Rahmalaroglu
Luxiders Magazine