Compensación de emisiones de carbono | Todo lo que debes saber

 

 

La compensación de emisiones de carbono es una forma de que particulares y empresas compensen sus emisiones de carbono financiando proyectos de reducción de las emisiones de carbono en todo el mundo. Actualmente, sin embargo, la oferta de compensación de carbono por parte de algunas empresas está generando polémica. Te explicamos cómo y por qué.

 

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El concepto de compensación de carbono tiene sus raíces en la década de 1990, cuando empezó a tomar forma la idea de un "mercado de carbono". Uno de los primeros ejemplos de compensación de carbono fue el "Chicago Climate Exchange" (CCX), que se puso en marcha en 2003. El CCX era un mercado voluntario de comercio de carbono en el que las empresas podían comprar y vender créditos de carbono. Esto proporcionó a las empresas una forma de compensar sus propias emisiones mediante la compra de créditos de empresas que habían reducido sus emisiones por debajo de los límites establecidos.

El programa de compensación de carbono más conocido es el "Mecanismo de Desarrollo Limpio" (MDL), establecido por la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) en 2005. El MDL permite a las empresas de los países industrializados invertir en proyectos de reducción de carbono en países en desarrollo y obtener reducciones certificadas de emisiones (RCE) que pueden utilizar para compensar sus propias emisiones.

 
 

CONTROVERSIA SOBRE LA COMPENSACIÓN DEL CARBONO

Sin embargo, la compensación de emisiones no ha estado exenta de polémica. Los críticos argumentan que la compensación de carbono puede ser utilizada como una forma para que las empresas continúen emitiendo altos niveles de carbono y al mismo tiempo puedan afirmar que son "neutrales en carbono". Esto se debe a que la compensación permite a las empresas comprar créditos de carbono en lugar de reducir realmente sus propias emisiones.

Otro problema es la falta de transparencia y regulación del mercado de compensación de carbono. Esto ha llevado a algunas empresas a aprovecharse del sistema invirtiendo en proyectos que se habrían realizado de todos modos o exagerando la reducción de emisiones de sus proyectos.

Además, la compensación de carbono puede verse como una forma de que los países ricos y las empresas eviten asumir la responsabilidad de reducir sus propias emisiones, trasladando en cambio la carga a los países en desarrollo.

Una forma de resolver estos problemas sería aumentar la transparencia y la regulación del mercado de compensación de carbono. Esto podría incluir el establecimiento de normas para los proyectos de compensación de carbono y exigir la verificación independiente de las reducciones de emisiones. Otra solución sería centrarse en invertir en proyectos de reducción del carbono dentro del país o la región donde se producen las emisiones, en lugar de recurrir a la compensación.

Según un estudio de Carbon Trust, en 2018 el mercado mundial de compensación de carbono tenía un valor de 176.000 millones de dólares, y la mayoría de los proyectos de compensación tenían lugar en China e India. Un estudio del Banco Mundial estimó que la compensación de carbono podría reducir potencialmente las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero en hasta 5.000 millones de toneladas de CO2 al año para 2020.

En conclusión, la compensación de carbono es una forma de que particulares y empresas compensen sus emisiones de carbono financiando proyectos de reducción de carbono en todo el mundo. Sin embargo, no está exenta de defectos: sus detractores argumentan que puede servir para que las empresas eviten reducir sus propias emisiones y la falta de transparencia y regulación del mercado de compensación de carbono. Aumentar la transparencia y la regulación, y centrarse en invertir en proyectos de reducción de carbono dentro del país o la región donde se producen las emisiones, sería un paso en la dirección correcta para hacer de la compensación de carbono una herramienta más eficaz en la lucha contra el cambio climático.

 
 
 
 

CÓMO NO SENTIRSE CULPABLE AL VOLAR

Algunas aerolíneas ofrecen la compensación de las emisiones de carbono como una opción que los clientes pueden adquirir al reservar un vuelo.

En este caso, es importante asegurarse de que los proyectos de compensación de carbono que se financian son legítimos y eficaces a la hora de reducir o eliminar dióxido de carbono de la atmósfera. Hay organizaciones, como Verified Carbon Standard y Gold Standard, que certifican y verifican los proyectos de compensación de carbono para garantizar que cumplen determinadas normas. Los clientes pueden comprobar si los proyectos de compensación que utiliza la aerolínea están certificados por alguna de estas organizaciones.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que la compensación de carbono no es una solución a largo plazo, sino más bien un parche para las empresas que quieren reducir sus emisiones; sería más eficaz que invirtieran en prácticas y tecnologías más sostenibles para reducir sus emisiones desde el principio.

 
 

+ Highlight Image: © Frame Arirak via Unsplash


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