Conversación con los estilistas sostenibles que cambiarán el juego

Los estilistas sostenibles son decisivos para el futuro de la moda. A medida que la industria toma más consciencia medioambiental, los estilistas modifican su trabajo para adaptarse a un mercado sostenible. ¿Cómo pueden los estilistas incorporar la sostenibilidad en su visión? ¿Es tan fácil animar a los diseñadores y marcas a considerar la sostenibilidad al trabajar con estilistas? Abrimos una conversación con dos estilistas sostenibles que priorizan el planeta en su trabajo; nos comparten su visión sobre las dificultades de la moda sostenible. Conoce a los vanguardistas Emily Evans e Ignacio de Tiedra, que trabajan la moda sostenible de manera única y visionaria.

EMILY EVANS

La estilista de moda editorial Emily Evans hace un esfuerzo consciente para priorizar la sostenibilidad en sus conjuntos. Identifica la crisis climática como “un tema importante para mí personalmente”. Mediante la investigación y creación de redes (motivadas por su pasión por la moda lenta), ha establecido relaciones sólidas con las marcas sostenibles con las que colabora. Su estilo es una celebración de la moda sostenible, una experiencia positiva para todos los involucrados, como afirma Evans. Las marcas con las que trabaja adoran cómo su estilo “muestra su marca”. Continuando con su oda a la moda lenta, Evans se esfuerza por utilizar piezas de archivo en sus looks para “correr la voz [sobre la importancia de la moda ética] a mi manera creativa”. En lugar de etiquetarse a sí misma como una activista de la moda lenta, Evans deja que su trabajo hable por sí mismo.

IGNACIO DE TIEDRA

Ignacio de Tiedra es un consultor creativo y estilista con base en Londres. Estiliza looks con fines editoriales y comerciales, así como vídeos musicales. Después de haber trabajado con figuras, revistas y marcas conocidas, que van desde Charlie XCX, Bimini, Vogue Italia a Dr. Martens, no es ningún secreto que Ignacio supere los límites de la moda. Sus looks experimentales fusionan diferentes colores, texturas y complementos.

SER ESTILISTAS SOSTENIBLES: LAS DIFICULTADES

Entonces, ¿qué tan fácil es para los estilistas sostenibles hoy en día? Nos preguntamos, ¿a qué obstáculos se enfrentan los estilistas sostenibles? “Creo que los únicos obstáculos se dan cuando un cliente o una revista no entiende el concepto de ropa sostenible. Es posible que tengan una idea preconcebida de la ropa hippie desaliñada”, explica Evans.

El estilista sostenible Ignacio de Tiedra reveló de manera similar los obstáculos que enfrenta como creativo con conciencia ecológica en la industria de la moda: “con relación a eso, debes verificar si la marca es sostenible o no y, además, qué es lo que realmente hacen para ser sostenibles. Con esto quiero decir que muchos diseñadores centran toda su energía en buscar materiales sostenibles, olvidándose del resto del proceso, como el embalaje y el envío. Al fin y al cabo la sostenibilidad es un todo, desde la primera etapa, de dónde provienen las telas, hasta el último, cuando su cliente recibe los artículos. No olvidemos que la huella de carbono de la industria de la moda genera más del 10% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero”.

A medida que la moda sostenible se populariza, algunas marcas están adoptando métodos más sostenibles de suministro de telas para poder afirmarse sostenibles. Ignacio destaca que hay mucho más que debe tenerse en cuenta para hacer que una marca sea verdaderamente sostenible. Como sociedad consumista, las marcas harán todo lo posible para impulsar las ventas. Esto hace que sea necesario investigar adecuadamente y verificar si las marcas son realmente sostenibles, lo que a menudo no es atractivo para los compradores.

Al igual que los compradores carecen de motivación para investigar marcas y materiales sostenibles, pueden desconectarse o perder interés cuando escuchan la palabra sostenible. Además de ser vista como una opción menos accesible, la ropa sostenible a menudo se considera “desaliñada” o “hippie”, como señala Evans. Mucha gente no cree que la moda sostenible pueda alcanzar el estatus de lujo o alta costura, lo que según Evans y de Tiedra disuade a algunos estilistas y marcas de priorizar la sostenibilidad. Poco a poco, estos estereotipos en torno a la moda lenta se están desmantelando. La gente está empezando a ver el potencial de la ropa sostenible y verla como alta moda, gracias a creativos con conciencia ecológica como Evans y de Tiedra.

Los estilistas sostenibles ya están teniendo un impacto positivo, como nos dice Evans: “Muchas personas con las que he trabajado a lo largo de los años me han dicho cómo se han inspirado para probar y no comprar moda rápida y tomar decisiones más sostenibles en la vida”. Estilistas como Emily e Ignacio pueden inspirar a las personas a comprar de manera sostenible, ya que resaltan la belleza de la ropa lenta, demostrando su potencial para expandir las posibilidades de la moda tal como la conocemos. “Esto es lo que me propuse hacer”, nos dice Evans, aclarando su enfoque sobre la moda sostenible como algo que va más allá de sus diseños – pretende inspirar.

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Ignacio reconoce que la industria de la moda enfatiza el consumismo, y por eso es difícil que sea verdaderamente sostenible. Su conocimiento de la variedad de problemas dentro de la moda rápida permite que su trabajo realmente priorice la sostenibilidad.

 EL FUTURO DEL ESTILO SOSTENIBLE

“A pesar de tener muchas marcas que son sostenibles, creo que la industria de la moda sostenible aún no ha llegado. Estamos progresando, pero todavía tenemos un largo camino por recorrer. Parece que a la mayoría de las marcas de lujo no les importa. Sobre este tema, solo se enfocan en obtener ganancias. Por otro lado, los diseñadores emergentes son los que realmente se preocupan más. Me encantaría ver a estas nuevas generaciones apoderándose de las marcas de lujo para ver qué pueden hacer. Son realmente los nuevos cambiadores de juego”. – dice Ignacio.

Con la crisis climática volviéndose inevitable, la nueva generación de diseñadores de moda está dispuesta a asumir la responsabilidad y producir soluciones innovadoras y creativas a los problemas que plantea la moda rápida. Ignacio opina que va más allá de la fabricación de la ropa: los consumidores y las empresas tienen una responsabilidad. Es difícil comprar de manera sostenible cuando las marcas no son sinceras con sus compradores acerca de sus opciones como empresa (por ejemplo, cuánto les pagan a sus trabajadores y de dónde obtienen sus materiales).