Courbet | Joyería con diamantes cultivados en laboratorio, oro reciclado y mucho amor

Courbet es la casa de joyas de lujo que irrumpió hace unos años en la emblemática Place Vendôme de París. Lo que la hace única es un fuerte compromiso a favor de la sostenibilidad y la transparencia, dos valores que los cofundadores Manuel Mallen y Marie-Ann Wachtmeister aplicaron por primera vez al abastecimiento de los materiales.

Courbet rompe con la tradición joyera al ofrecer una alternativa a los diamantes extraídos de la tierra y al oro extraído gracias a la innovación y la tecnología. Con la ayuda de la alta tecnología, Courbet se está dando a conocer por diseñar los mejores diamantes cultivados en laboratorio y joyas de oro reciclado, ofreciendo una nueva forma de pensar en la joyería tradicional.

“Crear Courbet con Manuel fue una continuación lógica de mi rica y ecléctica trayectoria empresarial”, así presenta Marie-Ann Wachtmeister la marca. Antes de aterrizar en el mundo de la joyería, la diseñadora procedía de distintos ámbitos. Gracias al encuentro con Manuel Mallen, que conoció la existencia de los diamantes cultivados en laboratorio mientras trabajaba en su empresa Poiray, decidieron entonces embarcarse en una nueva aventura, que tomó el nombre de Courbet.

COURBET, JOYERÍA SOSTENIBLE PARA LA SOCIEDAD MODERNA

Preocupados por la continua falta de recursos, así como por la falta de trazabilidad de las gemas, los cofundadores decidieron crear la marca como reacción a dos observaciones principales. “Los diamantes extraídos de la tierra son los mayores pozos artificiales del planeta, y hay más oro por encima de la superficie de la Tierra que por debajo”.

Su historia, sin embargo, se remonta en el tiempo y está vinculada al visionario pintor francés Gustave Courbet, del que toma su nombre. No sólo revolucionó el arte a finales del siglo XIX y se comprometió a favor de la paz, sino que también participó en el desmantelamiento de la columna de la plaza Vendôme, que se convirtió en la sede de la marca. Tener como modelo a una empresa como Tesla contribuyó a enriquecer la marca, que centra su identidad principalmente en la tecnología y en un enfoque moderno de los negocios. Así, la marca es una de las pocas que acepta criptomonedas de sus clientes. “No importa cuál sea tu moneda, si eres receptivo a la sostenibilidad y a la joyería, Courbet está hecho para ti” – declara la diseñadora.

La misión de Courbet es ofrecer una alternativa sostenible a la joyería tradicional, mediante materiales innovadores y una filosofía refrescante. Dar un nuevo impulso a la Place Vendôme y hacer de la joyería un ejemplo en el que fijarse en cuanto a compromisos medioambientales son los objetivos de los cofundadores, que se muestran muy ambiciosos.

DIAMANTES CULTIVADOS EN LABORATORIO Y ORO RECICLADO PARA UN FUTURO MEJOR

Centrándose en los productos, los fundadores explican cómo se procesan las gemas y el oro reciclado. Los diamantes cultivados en laboratorio se elaboran mediante dos métodos. El primero se llama HPHT (High-Pressure High Temperature), que reproduce las condiciones naturales terrestres. El segundo es el método CVD (Chemical Vapor Deposition), que reproduce las condiciones del espacio y los meteoritos. El oro reciclado lo proporciona a la marca una empresa francesa cualificada en el reciclaje de residuos de aparatos electrónicos. El oro es un material que nunca se altera y que puede reciclarse infinitamente, manteniendo sus propiedades siempre inalteradas.

Desde un punto de vista más gemológico y técnico, Courbet sólo utiliza lo mejor. Cada diamante, a partir de 0,5 ct, viene con un certificado de un instituto gemológico independiente e internacional. La marca trabaja con los mismos talleres que otras casas famosas. Eso significa que los diamantes son tallados según un savoir-faire centenario por los mejores artesanos del mundo. Los diamantes blancos de Courbet son de los tres colores más bellos, mientras que en lo que respecta a la claridad, Courbet sólo utiliza VS+ y mejores. Además, cada joya se fabrica únicamente con oro de 18 quilates, lo que garantiza los más altos estándares de joyería.

Mantener estos estándares en este tipo de mercado no es tan fácil como se podría pensar. Al contrario, representa un reto constante para los diseñadores, que afirman: “Encontrar diamantes cultivados en laboratorio de alta calidad es mucho más difícil, ya que la oferta es pequeña en comparación con los diamantes tradicionales”. Para dar un poco de contexto, el año pasado se extrajeron 150 millones de quilates de las minas, mientras que en los laboratorios se crearon 5 millones de quilates.

COMPROMISO ÉTICO Y SOCIAL

El valor principal de la empresa es la transparencia. Con ello, la marca puede mostrar sus triunfos y también sus imperfecciones. “Crear hermosas joyas con diamantes éticos y oro reciclado es una cosa, pero no es suficiente” – afirma el diseñador. Por eso, Courbet ha puesto en marcha “Add Goodness to Beauty”, la estrategia de RSC que mejora constantemente el compromiso medioambiental y sostenible de la marca a lo largo de los años. Todo el equipo trabaja en las mejores medidas para que Courbet sea fiel a sus valores, en todos los eslabones de la cadena de valor.

En respuesta a los programas de beneficencia que no son deseables ni tienen éxito y que se producen durante períodos muy cortos, los cofundadores han decidido introducir el programa de asociación, llamado “Comprometámonos”. Fiel a los valores de preservación y responsabilidad social de la marca, la colección permanente se compone de pulseras asequibles y coloridas, fabricadas con poliéster reciclado. Cada una de ellas lleva un hermoso diamante cultivado en laboratorio rodeado de oro reciclado, siguiendo la marca de la casa. Además, Courbet ha dado a sus clientes la opción de donar y aventurarse entre seis temas medioambientales y sociales actuales, en lugar de elegir una sola organización.

Además, cada día es una celebración para la marca, que sigue creciendo rápidamente, al llamar la atención de muchos clientes sobre la realidad de los diamantes cultivados en laboratorio. En cuanto al futuro, podemos imaginarnos uno florecedor al ver las joyas únicas de la marca en un icono del cine francés Isabelle Adjani en la portada de Elle del mes de mayo. Y quién sabe qué más nos espera…