Por qué la biodiversidad es la protagonista de la moda y no nosotros

 

La moda es ahora una vedette en la pasarela de las emisiones de dióxido de carbono y la crisis del agua. Nosotros, como seres humanos en constante evolución, respiramos moda. Hemos convertido en un ritual diario presentarnos como seres modernos a través de nuestras elecciones de moda. La moda tiene poderes invisibles –incluso la más mínima decisión de moda puede tener un impacto colosal–, especialmente cuando se trata de la biodiversidad.

 

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La industria de la confección, como una cinta de correr acelerada, contribuye implacablemente a la pérdida de biodiversidad. El consumo excesivo, la sobreproducción y el despilfarro son los culpables de este salvaje frenesí de la moda. Dependemos de la biodiversidad para nuestra propia existencia –alimentos, energía, agua, calidad del aire, suelo–, lo que sea. Pero, por desgracia, según la COP15 de 2022, la conferencia de la ONU sobre biodiversidad, y el Foro Económico Mundial (World Economic Forum), nos enfrentamos a un inminente colapso de los ecosistemas. Un millón de especies de plantas y animales están al borde de la extinción. Se trata de una auténtica emergencia de la moda.

En estas terribles circunstancias, la sostenibilidad ha adquirido una importancia capital para los consumidores, los inversores y los responsables políticos. La sostenibilidad no es sólo una tendencia; es el corazón palpitante de la innovación en nuestro mundo moderno. Salvar el planeta es el último grito de la moda. Hagamos de la sostenibilidad la tendencia más chic de la pasarela de la vida.

 

 
 
 
 
 

¿SON NECESARIAS ACCIONES AGRESIVAS HACIA LA SOSTENIBILIDAD O YA ES DEMASIADO TARDE?

Pequeña o grande, se está gestando una revolución de la moda. Los propios gigantes de la moda, Kering, Burberry, H&M e Inditex (Zara), se han sumado a este movimiento por la biodiversidad. En particular, Kering lo está llevando al siguiente nivel. Está invitando a empresas de moda y belleza de lujo, empezando por el Grupo L'Occitane, a unirse a su exclusivo club, el Fondo Clima para la Naturaleza. No se trata de un club al uso, sino de una plataforma de inversión con el extraordinario objetivo de movilizar 300 millones de euros (unos 320 millones de dólares) para financiar proyectos centrados en la restauración de la naturaleza y la capacitación de las comunidades. Sí, estamos salvando el planeta con estilo. LVMH, la potencia de la moda, por su parte, se ha unido a la UNESCO y ha desvelado su gran plan para devolver el verde al Amazonas. Han unido fuerzas con la organización sin ánimo de lucro Reforest'Action para restaurar la cubierta forestal en la selva amazónica.


EL ABASTECIMIENTO DE MATERIAS PRIMAS ES EL IMPACTO CLAVE

En el salvaje mundo de la moda, la búsqueda de materias primas puede causar estragos en la biodiversidad Tomemos como ejemplo el cuero y la viscosa. La demanda de estos materiales ha llevado a la deforestación, causando una grave pérdida de biodiversidad. Por no hablar del tornado de la erosión del suelo que supone el cultivo de fibras animales y algodón. Además, los productos químicos utilizados en la industria de la moda pueden contaminar el aire y los suministros de agua locales. Parece como si un mal experimento químico se hubiera salido del tiesto. Hablando de contaminación por microfibras, esas diminutas partículas de tejido de la ropa sintética están por todas partes en nuestro planeta, especialmente cuando se trata de su eliminación y tratamiento. Podríamos pensar que las marcas de moda conocen los entresijos de sus materias primas. Sin embargo, muchas de ellas están tan despistadas como una fashionista en una ferretería. Según Textile Exchange,, sólo un mísero 34% de las empresas tienen una "gran transparencia" sobre el origen de sus materias primas. Es hora de que las empresas se pongan sus gafas ecorresponsables y empiecen a responsabilizarse del impacto que tienen en nuestros ecosistemas.

 
 
 
 
 

LA MODA DEBE SER FABULOSA, NO UNA AMENAZA

Muchos expertos coinciden en que hay que evitar nuevos recursos naturales. En su lugar, el secreto del éxito de la sostenibilidad es la circularidad, un bucle de moda interminable que sigue dando mientras protege la biodiversidad. En esta saga de la moda, cada actor de la moda habla con la misma voz colectiva para la industria, lo que explica el nacimiento de The Science Based Targets Network. Están aquí para ayudar a las empresas a establecer objetivos basados en la naturaleza y alineados con el Acuerdo de París.

Ni más ni menos que Kering, propietaria de Gucci, nos demuestra que no solo se dedica a la moda fabulosa, sino que también es responsable con el medio ambiente. Kering está ampliando sus esfuerzos piloto, centrándose en los impactos de su propia cadena de suministro sobre la salud del suelo y los hábitats de la vida silvestre. Es como si Gucci diera a la Madre Naturaleza un gran abrazo de moda.

 

EL FUTURO DE LA MODA NO DEPENDE DE LA MARCA, SINO DE LA INDUSTRIA

Nuestra misión mutua es biodiversificar el futuro de la moda con estilo. En este juego de la moda, circularidad es el nombre del juego. Es la moda unida a la ecoguerra, y es una tendencia de toda la vida que todos podemos apoyar. Juntos, potenciaremos la pasarela de la sostenibilidad y mostraremos al mundo que la moda puede regenerarse artísticamente para acabar con la pérdida de biodiversidad con gracia.

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Image Highlight: © Patrick Shaun via Unsplash

Words:
Lillian Hue X. Ly
Luxiders Magazine Contributor