Carreras en Sostenibilidad | Responsabilidad en la industria de la moda
La evolución de la industria de la moda hacia prácticas más sostenibles ha ido acompañada de una creciente necesidad de que los profesionales de la sostenibilidad lleven a cabo iniciativas ecológicas. Como tal, una serie de marcas –incluidas Chanel, Coach y Ralph Lauren– han comenzado a introducir posiciones novedosas y orientadas a la sostenibilidad, asegurándose de que sus prácticas estén de acuerdo con las responsabilidades ambientales y sociales.
La industria de la moda, un panorama notoriamente problemático, ha intentado durante años progresar hacia una forma de ser más inclusiva y sostenible. Aunque gradual, esta progresión ha sido recibida con mucho optimismo por parte de varias marcas, que están haciendo los cambios necesarios para dar cabida a mentalidades sostenibles en sus métodos de producción y diseño. Esencial para el movimiento de sostenibilidad es la noción de responsabilidad: las marcas, junto con los consumidores, se han vuelto cada vez más conscientes de los efectos devastadores de las prácticas de la industria, y corresponde a estas marcas hacer un esfuerzo claro y consciente para reducir el impacto de su trabajo. .
El aumento de pioneros en la moda sostenible, ya sea a nivel de marca, empresa o individuo, ha dado lugar a una serie de nuevos empleos en la industria de los que nunca antes se había oído hablar ni se había imaginado. La transformación de modelos de negocio en operaciones más ecológicas ha ido acompañada de la necesidad de personas capacitadas que posean los conocimientos y cualificaciones necesarios para dirigir y liderar iniciativas sostenibles. Como tal, y a medida que las marcas continúan buscando orientación para facilitar esta transición, ha habido crecientes oportunidades laborales dentro de la industria de la moda para los profesionales de la sostenibilidad.
En reconocimiento del desperdicio y el consumo que ocurren en cada fase del proceso de producción (desde el diseño hasta la fabricación y la distribución final), estos trabajos abarcan ingeniosamente toda la cadena de valor de suministro de las marcas. Si bien muchos trabajos son generales e incluyen todo, como “Gerente de Sostenibilidad de la Moda” o “Consultor de Responsabilidad Social Corporativa”, otros están más orientados a procesos individuales, por ejemplo, “Diseñador de Moda Consciente” o “Especialista en Textiles Sostenibles”.
Por supuesto, estos roles son todavía relativamente nuevos y las descripciones de los puestos están estructuradas de manera muy vaga. La propia directora de sostenibilidad y vicepresidenta de operaciones de Reformation, Kathleen Talbot, comenta sobre su propio papel que “uno de los desafíos más difíciles de mi carrera fue crear un trabajo para mí que no había existido antes”. Por lo tanto, las descripciones de trabajo de cada puesto varían ligeramente, pero la esencia general es que, cualquiera que sea el rol que se le asigne, tienen la obligación mutua de conciliar la responsabilidad social y ambiental y, al mismo tiempo, impulsar un negocio rentable. Es necesario reconocer y abordar los posibles problemas (por ejemplo, el consumo excesivo de agua, el uso de tintes tóxicos o las desigualdades salariales), al tiempo que se deben promover prácticas sostenibles nuevas e innovadoras.
Han surgido varias bolsas de trabajo para ayudar a dar visibilidad a oportunidades profesionales sostenibles cada vez mayores, quizás no doblemente populares, que van desde prácticas hasta profesionales, y que abarcan todo el mundo. Incluso las bolsas de trabajo de Business of Fashion (BoF) destacan puestos de sostenibilidad, ofreciendo una amplia y variada selección de selecciones que van desde “Experto en sostenibilidad – Gestión de productos químicos” hasta “Especialista senior – Fraude y abuso”. Marcas de renombre como Hugo Boss, Coach, Ralph Lauren, J.Crew y Chanel, por nombrar algunas, están empezando a tomar iniciativas sostenibles en forma de contratación de expertos para ayudar a perfeccionar sus prácticas.
Es, entonces, bastante evidente que las empresas están empezando a centrar la sostenibilidad en sus prácticas, incorporando protocolos estándar a lo largo de su cadena de valor de suministro, desde el diseño hasta la producción real de sus piezas. Si bien todavía son pocos y espaciados, la introducción de empleos orientados a la sostenibilidad es una norma industrial prometedora que sirve para fomentar un cambio hacia un panorama de la moda más inclusivo y adaptable.