Té matcha: antioxidante, adelgazante y energético
Los amantes de las infusiones están de suerte. Hoy hemos querido investigar y conocer más sobre el té matcha, tan de moda entre las celebrities de todo el mundo, como es el caso de Gwyneth Paltrow, Jennifer López, Ashley Olsen o Jessica Alba, verdaderas adictas a este té que lo consumen con leche o añadiéndolo a las comidas.
El té matcha tiene su origen en la China de tiempos de la dinastía Song. En el año 1191, el monje budista Eisai introdujo este té en Japón, con la introducción del budismo (Zen). Con el tiempo, el té matcha fue desapareciendo en China pero, sin embargo, comenzó a tener arraigo en Japón gracias a las costumbres de los monasterios budistas. Más tarde, las clases altas de la sociedad japonesa adoptaron este té, entre los siglos XIV y XVI.
Pero… ¿Qué tiene esta infusión que todos hablan de ella? Pues muy fácil, es una bebida extremadamente saludable gracias a sus innumerables propiedades. De hecho, además de mejorar la digestión, tiene una gran capacidad antioxidante. Y es relajante, inmunoprotector y acelerador del metabolismo. ¿Qué más se puede pedir?
Té matcha: Un súper alimento de lujo
Pero, ¿cuál es la razón del fenómeno matcha? Según un estudio, el té matcha tiene 137 polifenoles más que una taza de té verde normal y el equivalente en antioxidantes a 10 tazas de té verde. Con estos datos, no es de extrañar que el té matcha sea considerado como el nuevo súper alimento.
El té matcha tiene una gran capacidad antioxidante, es relajante e inmunoprotector. Además aumenta la energía natural y, atención, adelgaza.
Otro de los beneficios del matcha es su poder detox. El té matcha no sólo nos ayuda a mantener nuestro cuerpo funcionando a pleno rendimiento. Un estudio también encontró que una dosis diaria de matcha proporcionaba un efecto protector en el hígado y riñón. Otros estudios han demostrado que los consumidores habituales de matcha tenían un riesgo menor de desarrollar diabetes de tipo 2, ayudando a reducir los niveles de azúcar en la sangre.
Además, una porción de té matcha tiene menos cafeína pero más nutrientes que un café. Esto se traduce en energía extra para empezar bien el día. Debido a que las hojas de matcha están protegidas por la luz solar antes de ser cosechadas, éstas conservan gran parte de su clorofila natural, una sustancia que ha demostrado ayudar a aumentar la energía natural.
De hecho, el té matcha contiene 35 miligramos de cafeína por cada gramo de polvo que se liberan durante 3-5 horas; brinda una una concentración mantenida durante varias horas; da soporte al sistema inmunológico, previene enfermedades, ayuda a conseguir un metabolismo más rápido y una salud prolongada… ¿pero cómo no lo habíamos descubierto antes?
El té matcha no se consume infusionando las hojas, sino machacándolas hasta conseguir un polvo fino que se añade al agua caliente. Como consecuencia, se aprovechan todas las propiedades de los compuestos que poseen sus hojas.
Además, para aquellas personas para las que solo pensar en hacer dieta se ponen de malhumor, el té matcha es una de las opciones más recomendables para perder peso. Su alto contenido en teína acelera el metabolismo permitiendo reducir el tiempo del proceso digestivo. Por otro lado, el té matcha estimula la producción de los jugos gástricos y tiene un efecto regulador del apetito, ya que controla los picos de insulina.
Un rito japonés con múltiples beneficios
¿Y por qué es así? Te lo explicamos. Para conseguir esta variedad de se tapan los arbustos en los que crece aproximadamente un mes antes de recogerlos para ocultarlos del sol y así retrasar su crecimiento. De esta forma, se consiguen unas hojas de un intensísimo color verde con un elevado contenido en clorofila. Y con este proceso el té también gana en aminoácidos, creándose así un té más dulce. Un dato curioso que es importante saber es que las mejores calidades de té matcha tienen un sabor más dulce y más intenso. Las variedades más corrientes se obtienen de las últimas cosechas de la temporada y tienen menos sabor.
Además, al contrario que el resto de tés, el té matcha no se consume infusionando las hojas, sino machacándolas hasta conseguir un polvo fino que se añade al agua caliente y gracias a ello se aprovechan todas las propiedades de los compuestos que poseen sus hojas. Para una correcta preparación del té, aconsejamos usar una cucharilla especial de bambú llamada chashaku sobre un cuenco de té. Se añade un poco de agua no muy caliente. A continuación, se agita la mezcla rápidamente con la brocha de bambú llamada chasen hasta lograr una consistencia cremosa con espuma en la superficie.
Esto le confiere un sabor muy particular, difícil de describir, algo así como una mezcla de hierba cortada y té. Tiene un gusto fresco, ligeramente amargo y muy adictivo.
El matcha también es un ingrediente de la repostería japonesa. Lo podemos encontrar en dulces como el wagashi, el castella, el manju, el monaka y el kakigori. También se puede consumir en batidos de leche, helados, púdines y otros postres occidentales.
