El derecho a estar a la moda
La creación de prendas bonitas para personas con discapacidad ha sido un reto inédito para la industria de la moda. Ahora que comienza la conversación sobre la ropa adaptada, salen a la luz los errores del pasado y las oportunidades del futuro.
La moda siempre se ha concebido como un mundo superficial e insustancial del que sólo unos pocos pueden formar parte. Hay unos estándares de belleza y de talla que cumplir, que en la mayoría de los casos, son tan inalcanzables como irreales. Actualmente, debido a los movimientos sociales, la conversación se está abriendo teniendo en cuenta a grupos más diversos de personas. Aunque se considere superficial, lo cierto es que utilizamos la moda para expresarnos, para hacer una declaración. Nos cambiamos de ropa según la impresión que queremos dar y jugamos a subir y bajar el tono según la ocasión. Sin embargo, para las personas discapacitadas no es sólo una elección, es una realidad que afecta a su calidad de vida.
Las personas con discapacidad forman parte del mayor grupo minoritario del mundo. Según la hoja informativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre discapacidad y salud, en la actualidad el 15% de la población, es decir, 1.000 millones de personas, vive con una discapacidad. La OMS advierte del aumento de personas discapacitadas debido a la evolución demográfica y al incremento de los problemas de salud crónicos, entre otras causas. A pesar de ser una minoría, hay que tener en cuenta que cualquiera puede acabar formando parte de ella.
Uno de los principales retos a los que se enfrenta el colectivo es la falta de representación en la opinión pública, los medios de comunicación y la industria de la moda, entre otros muchos. Hasta ahora, la relación entre la moda y la discapacidad giraba en torno a la fabricación de prendas adaptadas que permitían a los usuarios realizar tareas cotidianas. Es decir, se basaba únicamente en la funcionalidad, olvidando el aspecto estético.
Por suerte, las marcas empiezan a ser conscientes del problema y el mercado de las prendas adaptadas está creciendo, haciendo posible que las personas con discapacidad puedan vestir como deseen sin renunciar a la comodidad.
LA REPRESENTACIÓN IMPORTA
La discapacidad tiene muchas caras; algunas pueden ser invisibles al principio, pero eso no significa que no esté ahí. Algunas condiciones de salud asociadas a la discapacidad pueden dar lugar a una mala salud y a exhaustivas necesidades sanitarias, otras no. Se encuentran con una serie de barreras en casi cada paso que dan, la moda no debería ser una de ellas.
La clave para tener en cuenta la ropa adaptada es el conocimiento, un área en la que se encuentra la raíz del problema. Así, el grupo percibe una falta de concienciación en el sistema educativo. Victoria Jenkins, fundadora de la marca de ropa adaptada Unhidden y parte ella misma de la minoría discapacitada, lo ve como un gran problema: “Tiene que formar parte del plan de estudios”. Como nota positiva, afirma que el Open Style Lab de Estados Unidos y el London College of Fashion están trabajando en ello, empezando por cursos que incluyen el diseño adaptado. “Sería estupendo que se incluyera como tema en la educación general de la moda”.
Esto se suma a su principal problema, el alcance. Su marca de moda acaba de empezar, pero antes de la suya había muchas otras en el mercado: “Todos los que estuvieron en mi sesión de fotos el pasado septiembre dijeron que Unhidden era la primera marca de adaptación de la que habían oído hablar. No soy la primera, ni de lejos”. Cree que si las principales marcas de moda empezaran a implementar piezas de ropa adaptada en sus colecciones, la gente lo normalizaría y no sería tan chocante como lo es ahora.
En cuanto a cómo hacer que la industria de la moda sea más inclusiva, Victoria Jenkins afirma: “Contrátanos, contrata a personas con discapacidad en tus oficinas centrales, en tu departamento de marketing, de investigación… porque ya estamos en tu demografía”. Lo cierto es que las personas discapacitadas forman parte de todos los grupos de edad y género, y a menudo se sienten ninguneadas por las empresas. Añade que al incluir a las personas discapacitadas en la plantilla, se está preparando la marca para el futuro: “Vivimos en un mundo capitalista, si quieres verlo en términos de crecimiento, es sobrealimentar tu alcance, añadir el diseño inclusivo. Estarás llegando a mil millones de personas que no están siendo atendidas”.
EL ENFOQUE SOSTENIBLE
La sostenibilidad ha abierto una nueva puerta en la industria de la moda. Además de señalar alto y claro el problema medioambiental que está causando la moda rápida, su propósito también es defender la igualdad, la equidad y la diversidad en todas sus formas. Sin embargo, actualmente el movimiento parece estar más centrado en evitar la creación de gases de efecto invernadero y de residuos. Jenkins ha considerado que había otra barrera al hablar de la moda adaptativa en la comunidad de la moda sostenible. Ella cree que podrían ser más inclusivos y diversos.
De todos modos, eso no le ha impedido implementar la sostenibilidad en su marca. “Nos dimos cuenta de que tenía que ser así. Si empiezas desde cero como empresa de moda en 2021 y, si no intentas ser sostenible, ¿qué estás haciendo?”, afirma. Su colección de lanzamiento, que pronto cumplirá un año, se hace por encargo y se diseña con telas de stock muerto o restos de telas de empresas que pidieron en exceso. Además, intentan ir a fondo con sus envases libres de plástico y sus billetes que se pueden plantar.
Asimismo, la diseñadora es consciente de la barrera económica a la que se enfrentan algunas personas discapacitadas. Por eso están trabajando en ofrecer un servicio de arreglos adaptables, para que la gente pueda reciclar su ropa actual y reutilizarla de nuevo. “Lo que las personas con discapacidad quieren es poder comprar las mismas marcas que el resto, no quieren realmente una marca propia”, dice.
Esta técnica también evitará que toneladas de ropa acaben en los vertederos y dará empleo a personas discapacitadas. Jenkins recuerda que tuvo que deshacerse de casi toda su ropa cuando le diagnosticaron la enfermedad. Se quedó con algunas prendas que le gustaban mucho sabiendo que le sería imposible llevarlas cómodamente. En la misma línea, Unhidden grabará algunas de las técnicas de alteración adaptativa en forma de taller para que cualquier persona interesada en aprender pueda verlo en la comodidad de su casa. El taller será gratuito y se podrá volver a ver tantas veces como sea necesario.
Jenkins pide a la industria de la moda que, por favor, deje de poner excusas. Aunque reconoce los pequeños pasos que está dando la industria, espera que la conversación que está surgiendo inspire a la gente a interesarse por la ropa adaptada. Que lleve a la normalización del uso de ropa adaptada y que veamos a más personas discapacitadas en las portadas, en las pasarelas, en las redacciones… Porque todo el mundo merece una oportunidad, y todo el mundo tiene derecho a estar a la moda.
*All images courtesy of Victoria Jenkins, Unhidden Clothing.
+ Words: Ane Briones, Luxiders Magazine