¿Cómo responde la industria textil al movimiento Slow Fashion?

 

 

A medida que el movimiento de moda lenta cobra impulso, aumenta la presión para que la industria textil actúe en consecuencia. Ahora, las marcas tienen que encontrar formas de seguir siendo relevantes para sus consumidores, a medida que prospera el consumo de segunda mano. ¿Podrían convertirse los servicios en el nuevo centro de atención de la industria textil?

 

 

Para recibir el Newsletter de Luxiders, suscríbete aquí

 
 

El término "moda lenta" sigue calando en la industria textil, en respuesta a los efectos devastadores de la moda rápida. Creando ilusiones de necesidad y fomentando el consumo excesivo, la moda rápida ha cambiado la mentalidad de los compradores. Nosotros, como consumidores, somos culpables de comprar más y usar menos, especialmente con la ropa. Como parte del movimiento de la moda lenta, la industria textil está asumiendo más compromisos para combatir la cultura del usar y tirar.

La moda lenta se está integrando cada vez más en los hábitos de compra. En particular, el consumo de segunda mano ha despegado en los últimos años, contribuyendo a alargar la vida de las prendas. Esto supone una amenaza para las ventas de productos, ya que la reventa tiene el potencial de reducir la producción de ropa nueva, según una encuesta de minoristas de GlobalData. En su lucha por fidelizar a los consumidores, las marcas tienen que pensar en cómo responder a la moda lenta.

 
 
 
 
 

RECUPERAR EL CONTROL CON LA REVENTA

En lugar de comprar de primera mano, los consumidores han empezado a interesarse mucho por la reventa. Plataformas como Depop, eBay y Vestiaire Collective se utilizan para vender ropa de segunda mano, y las generaciones nativas digitales son las más propensas a utilizarlas. Como la reventa es puramente de segunda mano, las marcas que se venden no obtienen ningún beneficio de la venta. Por eso, cada vez más marcas han empezado a operar sus propios mercados para vender sus productos pre-usados, y los programas de reventa se han disparado en 2022. Para estas marcas significa que pueden incorporar la moda lenta a su negocio, al tiempo que obtienen beneficios.

Está claro que la reventa está prosperando, ya que algunas marcas la utilizan como incentivo para que los consumidores compren sus productos. En lugar de programas de reventa, algunas marcas han introducido planes de "compra ahora, revende después", e incluso ofrecen estimaciones del precio de reventa del producto.

A pesar de que la reventa sigue fomentando el consumo excesivo, es una alternativa más lenta a que la ropa acabe en el vertedero, continuando su viaje.

 

EL ALQUILER ES UNA SOLUCIÓN CIRCULAR

El alquiler de moda es una forma perfecta de comprar si uno se aburre fácilmente de su ropa. Permite a los consumidores rotar la ropa "nueva", sin añadirla a su armario cada mes, lo que lo convierte en circular. Es otro servicio de la industria textil cada vez más popular, especialmente online, con un crecimiento estimado de 1.500 millones de dólares de 2023 a 2027. El consumo colaborativo, o la economía colaborativa, es una forma de que los consumidores exploren nuevas marcas sin el compromiso de una compra a precio completo. Algunas plataformas, como My Wardrobe HQ, incluyen incluso una opción de reventa en la que el cliente puede comprar lo que ha alquilado. Tanto en la calle como en el lujo, las marcas alquilan sus propios productos y se asocian con plataformas ya existentes.

Aunque son un impulso clave para la moda lenta, los servicios de alquiler requieren mucho mantenimiento. La limpieza, el embalaje y el transporte son necesarios para los artículos que se prestan continuamente. Alquilar moda durante periodos más largos sería, por tanto, la forma más eficaz de utilizar este servicio.

 
 
 
 
 
 

LAS REPARACIONES IMPULSAN LA MODA LENTA

Ofrecer reparaciones y restauraciones es una práctica arraigada en muchas marcas y diseñadores de lujo. Es una forma de que los consumidores sigan vinculados a la marca, fomentando la longevidad del producto. También subraya la importancia de una relación leal entre el consumidor y la marca, sin necesidad de compras frecuentes.

Cada vez son más las marcas que ofrecen estos servicios en un intento de seguir siendo relevantes para su consumidor, a medida que la moda lenta adquiere más importancia. No es un proceso sencillo, ya que los fabricantes, sobre todo los que producen en masa, tienen listas de espera para sus servicios de reparación. Sin embargo, marcas como Patagonia han pensado en soluciones como la publicación de talleres en línea para enseñar a sus clientes a reparar su propia compra. También hay plataformas, como The Seam, que ayudan a poner en contacto a clientes con fabricantes que pueden reparar sus artículos.

En comparación con la reventa y el alquiler, las reparaciones exigen mucho más esfuerzo a las marcas. Sin embargo, a diferencia de los otros servicios, las reparaciones no fomentan el consumo excesivo. Ofrecer reparaciones es un acercamiento genuino de la marca a la moda lenta, que prolonga la vida de la prenda en el mismo hogar en el que empezó.

 

¿PODRÍAN LOS SERVICIOS CONVERTIRSE EN EL NUEVO CENTRO DE ATENCIÓN?

A medida que pasa el tiempo, más marcas adoptan prácticas sostenibles en sus negocios para responder al auge de la moda lenta, especialmente a través del alquiler, la reventa y las reparaciones. Las marcas recurren a estos servicios como tabla de salvación para hacer frente al auge del consumo consciente y las normativas sostenibles. Con el movimiento slow fashion ganando cada vez más impulso, ¿es posible que la oferta de estos servicios adquiera prioridad en la industria textil?

 
 
 

+ Highlight Image: © Alyssa Strohmann via Unsplash

Words:
Jemima Patterson
Luxiders Magazine