El nuevo significado de Power Dressing

 

 

La normalidad pospandémica ha abierto un nuevo frente para la ropa de oficina. La comodidad toma el relevo para redefinir el concepto de power dressing.

 
 

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El despertador suena a las 8.55, tienes cinco minutos hasta que empiece la primera reunión, pero a quién le importa, nadie va a saber si te cambias de cintura para arriba. Quizá ni siquiera sea necesario encender la cámara. Por si acaso, te lavas la cara y te pones una camisa blanca para que parezca que llevas más de cinco minutos levantado y estás listo para la reunión.

La principal ventaja de trabajar en casa ha sido poder hacerlo en pijama, con una camiseta vieja y sin preocuparse por las arrugas o las manchas. Las temidas reuniones de Zoom nos recuerdan, ligeramente, a lo que era vestirse. Aunque antes intentábamos tener un aspecto decente ante la cámara, los trajes y las camisas impolutas parecen ser cosa del pasado, quizá para siempre.

 
 
 
 
 

El concepto de "power dressing" implica el proceso de inclusión de las mujeres en el mercado laboral. Durante la segunda mitad de los años 70 las mujeres comenzaron a acceder a posiciones de poder en el trabajo. Ya sabemos que la moda es, en gran medida, un producto del cambio social, así que ante este cambio, la moda también tenía algo que decir. El power dressing sigue siendo uno de los medios utilizados por las mujeres para adaptarse a un mundo hecho por hombres y para hombres.

El término se entendía como el estilo que utilizaban las mujeres cuando alcanzaban nuevos logros, consiguiendo su lugar en la educación superior y mejores trabajos. Hasta entonces, ambos espacios estaban pensados exclusivamente para los hombres. Por eso, el power dressing se inspiró en el estilo de trabajo de los hombres en un intento de reflejar la confianza y el éxito atribuidos a las figuras de poder de la época.

 
 
 
 
 

LA COMODIDAD ES EL NUEVO CÓDIGO DE VESTIMENTA

La gran pregunta es: ¿cómo va a ser la vestimenta de poder después de la pandemia? Hemos pasado más de un año saltando de un cierre a otro, obligando a las empresas a trabajar desde casa. Hemos cambiado los pantalones por los joggers y los tacones por las zapatillas, así que, ¿cómo nos readaptaremos para ponernos ropa de verdad? La psicóloga de la moda Shakaila Forbes - Bell dice que es hora de redescubrir el placer de vestirse de nuevo. Sin embargo, el enfoque no será el mismo.

 

 

"Con los cierres que nos obligan a quedarnos en casa, la falta de retroalimentación social hace que nos centremos en cómo nos hace sentir la ropa más que en su valor estético" - Shakaila Forbes Bell

 
 
 

La comodidad definirá la ropa que llevemos a la oficina a partir de ahora. Según Helen Lambert, directora general de The Style Pulse, la gente llevará ropa con la que pueda moverse libremente, pero con más estructura, durabilidad y pensando en la sostenibilidad. Vestidos cómodos y camisas abotonadas en lugar de ropa elegante, corbatas y trajes de chaqueta. Las siluetas más sueltas, los vaqueros de pierna ancha, las chaquetas de punto y los pantalones de chándal se impondrán. "La comodidad ha seguido siendo un elemento importante de nuestro armario y eso es algo a lo que a muchos les costará renunciar pronto", afirma Forbes Bell.

Los diseñadores han trabajado para satisfacer los deseos de los consumidores. Sus colecciones reflejan uno de los mayores cambios que ha traído la pandemia: el cambio de la moda de temporada a piezas duraderas con un gran énfasis en la sostenibilidad. Los consumidores prefieren invertir en prendas atemporales que les permitan crear un armario cápsula. Así, la línea entre lo que llevamos dentro y fuera de la oficina será cada vez más difusa.

 
 
 
 

La combinación blazer - denim ha sido una elección popular por parte de muchas marcas de lujo como Celine, Saint Laurent y Khaite, por lo que tiene muchas papeletas para convertirse en el próximo uniforme de trabajo, sobre todo a partir de este otoño. La mezcla es pulida y chic, pero está lejos de ser incómoda o extremadamente formal.  

La pasarela ha hablado; la versatilidad parece ser la clave. Pantalones que pueden llevarse en la bicicleta, pero también en la oficina. Las prendas serán más multifuncionales que nunca para seguir el nuevo ritmo de vida. La sastrería glamurosa encontrará un nuevo lugar en los eventos nocturnos, así que no te preocupes, puedes guardar el traje y los tacones para una noche de fiesta.

 
 

 +  Words: Ane Briones, Luxiders Magazine 

Journalism graduate | Basque Country based writer

IG: @anebriones