La trascendencia de la ausencia de género en la ropa infantil

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En los últimos años hemos visto que la moda andrógina -también conocida como genderless o unisex- ha cobrado cada vez más importancia, debido a la creciente reivindicación de la libertad de vestir con prendas que, según "la norma", son de género ambiguo. Hemos visto a celebridades como Harry Styles desafiar el código de vestimenta estándar masculino para su portada de Vogue llevando un vestido de Gucci.  Aunque podemos decir que esta tendencia es relativamente reciente, si miramos atrás en el tiempo, podemos encontrar los inicios de este concepto de combinación femenina/masculina. Diseñadores tan conocidos como Coco Chanel introdujeron pantalones para mujeres y tweeds que combinaban detalles femeninos con patrones masculinos.

Lo que empezó como una tendencia revolucionaria en las pasarelas y dirigida a un público adulto, ahora se está abriendo camino en la ropa para niños. Con el aumento de las fiestas de revelación de género, las categorías de género para los niños se han vuelto más rígidas que nunca. Ya sean juguetes, libros, programas de televisión o ropa, todo parece ser rosa o azul. Por supuesto, desde una perspectiva comercial, esto tiene sentido, ya que de alguna manera se aseguran de duplicar sus ventas. Sin embargo, la moda infantil dice basta al dar la bienvenida a la ropa unisex que abre el camino a todo un nuevo mundo de autoexpresión y a un concepto neutral de las identidades de género.

¿QUÉ ES LA ROPA DE GÉNERO NEUTRO?

Símbolo de inclusión y diversidad, según el Diccionario Histórico de la Industria de la Moda, el término de ropa unisex se originó en la década de 1960 y se refiere a la ropa diseñada específicamente para ser usada por ambos sexos. La tendencia surgió como respuesta a la revolución juvenil y al movimiento hippie de los años 60 y al movimiento de liberación de la mujer de principios de los 70. Diseñadores como Pierre Cardin y, sobre todo, Rudi Gernreich diseñaron prendas que desafiaban los clichés de la vestimenta masculina y femenina que más tarde dieron paso al look andrógino.

Es decir, prendas de las que todo el mundo puede disfrutar independientemente de su sexo. En el mundo de la ropa infantil, significa deshacerse del concepto tradicional de rosa para las niñas y azul para los niños. Esto permite a los niños ser simplemente niños y centrarse en el desarrollo de su propio ser jugando y sin establecer límites relacionados con el color. Además, la ropa de género neutro encarna el minimalismo, los colores naturales, los estilos y los tonos que se centran en la funcionalidad más que en el lado decorativo de la moda.

ROPA UNISEX PARA LOS MÁS PEQUEÑOS

Según The Simple Folk, una comunidad y tienda creada por dos madres y amigas, el cambio a un armario de género neutro es una victoria para los niños, los padres y el propio planeta. Desalienta los estereotipos impuestos que podrían afectar al desarrollo del niño. Los niños pueden expresar quiénes son desde una edad muy temprana; los padres no les imponen una hoja de ruta sobre quiénes deben ser, los propios niños pueden elegir qué ropa ponerse y cómo expresar su verdadero yo.

Como ya hemos dicho, gracias a que las prendas unisex se centran en la funcionalidad, los movimientos de los niños no están restringidos y pueden jugar a su antojo sin preocupaciones. La sencillez de las prendas favorece y potencia los sentidos permitiendo a los niños sintonizar con el descubrimiento del mundo que les rodea. Además, es un producto económico. Es un hecho que a los niños se les queda pequeña la ropa en un abrir y cerrar de ojos, y no es que la ropa unisex crezca con ellos, sino que las piezas pueden servir para sus hermanos o compartirse con otros amigos que las necesiten. Por tanto, la ropa de género neutro es más respetuosa con el medio ambiente: menos desechos significa menos residuos en los vertederos y menos huella de carbono en la fabricación.

La ropa infantil sin género no tiene por qué ser la norma, pero sin duda ofrece un estilo de vida más libre y sostenible. El auge de este tipo de ropa representa un creciente cambio social global con un impacto positivo. El objetivo es dejar que sean ellos los que marquen el camino sobre quiénes quieren ser y cómo quieren expresarlo, sin reglas ni límites impuestos. Su sentido del yo comienza a construirse durante la infancia y es importante proporcionarles herramientas como la ropa sin género, para que puedan desarrollarse con total libertad y confianza.