Guía para ordenar tu casa de manera sostenible

 

 

Desde hace un tiempo, organizar el desorden es una actividad que está muy de moda. Es fácil ver porqué: ordenar es satisfactorio y muy beneficioso. Tener objetos que no usamos tirados por la casa o cogiendo polvo en un armario puede parecer inofensivo. Pero, quizá sorprendentemente, los científicos no parecen estar de acuerdo con esta postura. 

 
 

Muchos estudios demuestran que vivir en un espacio desordenado puede tener un impacto negativo en nuestra vida y nuestra mente. Por eso, mantener nuestra casa libre de desorden es beneficioso para nuestro bienestar general. Pero cuando lo hacemos, también debemos tener en cuenta cómo nos deshacemos de los objetos que ya no utilizamos. Porque si nos deshacemos de nuestro desorden de forma incorrecta, nuestro primer hogar estará inmaculado, pero nuestro segundo hogar, la Tierra, estará aún más desordenado. Sigue leyendo para saber cómo ordenar de forma sostenible.  

 

HABITACIÓN DESORDENADA, MENTE DESORDENADA

Vivir en entornos desordenados y caóticos no sólo arruina la estética general de nuestra vida cotidiana, sino que también puede repercutir negativamente en nuestra vida de muchas maneras, ya que el caos perturba nuestro bienestar emocional. Un estudio realizado por la Universidad de Syracuse y la Universidad de Cornell demuestra que vivir en un espacio desordenado y con distracciones puede llevar a comer en exceso. El desorden también puede provocar una importante disminución de la satisfacción, y según un estudio realizado en la Universidad de St. Lawrence, las personas que acumulan objetos tienden a dormir peor que las que mantienen su espacio más ordenado.

 
 
 
 
 

EL PROBLEMA DEL DESCARTE SIN SENTIDO

Nuestra Tierra tiene un enorme problema de basura. Nuestros residuos están por todas partes, desde la cima de las montañas hasta el fondo del mar. Tanto es así que incluso lugares remotos se ven afectados por este fenómeno. La deshabitada isla de Henderson, por ejemplo, tiene su costa llena de basura procedente de todos los rincones del mundo. Sólo en Estados Unidos, la generación total de residuos sólidos municipales ronda los 292,4 millones de toneladas, o 4,9 libras por persona y día. De estos residuos, sólo se reciclan o compostan unos 93,9 millones de toneladas, lo que equivale a una tasa de reciclaje y compostaje del 32,1%. Los residuos que no se gestionan de un modo u otro acaban en basureros, donde sus toxinas pueden filtrarse al suelo y a las aguas subterráneas.  

 

DONAR NO SIEMPRE ES LA MEJOR OPCIÓN

Donar las posesiones que ya no son valiosas a empresas como Goodwill puede parecer una buena idea. Pero estas empresas reciben una cantidad colosal de donaciones cada día. Por ello, no pueden vender todos los artículos que reciben. Entonces, ¿qué ocurre con estas donaciones? Según un informe de CBC Canadá, menos del 25% de la ropa donada se revende a nivel local, el 25% se vende en el extranjero, el 30% se corta y se utiliza como trapo y el 20% se reprocesa. El 5% restante acaba en los basureros. Por supuesto, no deberíamos dejar de donar ropa a organizaciones benéficas. Lo que sí debemos hacer es ser más conscientes de lo que regalamos y de quién lo recibe. Para asegurarte de que tus prendas usadas tienen un nuevo dueño, puedes llamar o enviar un correo electrónico a las organizaciones benéficas locales para ver si aceptan donaciones y qué tipo de artículos desean recibir.

 
 
 
 
 

RECICLAR (ADECUADAMENTE)

Asegurarte de que los objetos que desechas se reciclan adecuadamente es esencial para que tus sesiones de orden sean ecológicas. Porque los objetos que tiras por descuido al contenedor de residuos mixtos acabarán definitivamente en un basurero durante una eternidad. Para hacer las cosas de forma ecológica, asegúrate de clasificar los objetos correctamente y seguir al pie de la letra las indicaciones de reciclaje de tu localidad. Recuerda que muchos objetos cotidianos, como los envases de maquillaje y los cepillos para el pelo, están hechos de varios materiales, así que intenta separarlos lo mejor que puedas y reciclar adecuadamente los componentes individuales. Los residuos electrónicos, en particular, deben tratarse con cuidado, y debes evitar en todo momento deshacerte de ellos junto con residuos mixtos. Si quieres desprenderte de tu viejo teléfono sin perjudicar a la Tierra, puedes enviarlo a una de las muchas empresas y organizaciones como Call2Recycle o Fairphone que reciclan o re-acondicionan viejos teléfonos móviles. Al dar una nueva vida a la vieja tecnología, la desvían de los basureros, reduciendo la basura electrónica. Cuando se trata de materiales naturales como el papel, el compostaje es una gran opción.

 

SI NO LO USAS, ¡VÉNDELO!

Comprar de segunda mano está más de moda que nunca, y el dicho "la basura de una persona es el tesoro de otra" nunca ha sido más cierto. La ropa no es lo único que la gente compra de segunda mano hoy en día. Tanto si se trata de vender un libro de texto, una maceta o un microondas, es probable que haya alguien que quiera comprarlo. Puedes encontrar a esta persona a través de una de las muchas plataformas donde la gente vende artículos de segunda mano. La oferta es infinita. Puedes vender todo tipo de artículos a través de eBay, Bunz o Craigslist. E incluso hay plataformas más especializadas como Depop o Vinted. Los grupos locales de Facebook también son una gran opción, sobre todo si no quieres molestarte con el envío.   

 

+  Words: Roberta Fabbrocino 

Roberta Fabbrocino is a writer and an environmentalist who loves sharing stories about all things sustainability. She runs @mosclothingsubscription, an eco-friendly personal styling service, and creates content for green brands.

Instagram:  @naturallybree