Seaspiracy | Una discutible llamada de atención

 

 

En medio de su controversia, Seaspiracy se cargó de información asombrosa e impactante que hizo que los espectadores se lo pensaran dos veces antes de consumir marisco. Tras el estreno de Seaspiracy se llevó a cabo una investigación y el resultado indica que el mercado de los productos del mar de origen vegetal está en alza. ¿Es cierto que la película es (simplemente) propaganda vegana y contiene afirmaciones engañosas?

 
 

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Narrado por el cineasta británico Ali Tabrizi, este documental de Netflix aborda temas de gran calado con imágenes dramáticas sobre el problema de la industria pesquera. Tales como la sobrepesca, la crueldad con los animales, la destrucción marina y la esclavitud moderna. Tabrizi presenta datos espeluznantes: más de 300.000 ballenas y delfines mueren cada año como "captura incidental" -el acto de capturar otros animales involuntariamente con redes de pesca- por lo que los océanos estarán "vacíos" en 2048 si seguimos pescando como hasta ahora. El provocador documental también afirma que las redes de pesca son la principal causa de los residuos plásticos en el océano.

En más de 90 minutos de duración, Tabrizi y su compañera viajan a Japón, Tailandia, las Islas Feroe y Escocia para investigar la industria pesquera y descubrir que la pesca es la mayor amenaza para el océano y para el cambio climático y la sostenibilidad. Algunos espectadores dijeron que se harían veganos después de ver Seaspiracy y de darse cuenta de lo perjudicial que es la pesca comercial para el medio ambiente. Twitter se inundó con el hashtag Seaspiracy (#seaspiracy); muchas personas tuitearon su preocupación por el coste de comer pescado y expresaron su sensación de devastación y horror tras ver cómo se sacrificaban los peces.

 
 
 
 
 
 
 

Tabrizi, conocido por su notable trabajo en Cowspiracy -otro documental de Netflix con el mensaje final de no consumir carne-, introdujo la noción de "camarones de sangre" para retratar la industria de los mariscos en la que se cometen abusos contra los derechos humanos. Expone las prácticas poco éticas -a veces criminales- que rodean a la pesca industrial. Según esta película, las ONG medioambientales que idealmente resuelven este problema parecen ocultar los hechos y no quieren compartir sus ideas sobre la destrucción. Sin embargo, tras el estreno de la película el 24 de marzo, Tabrizi (y Netflix) recibieron numerosas críticas de expertos marinos, ecologistas y organizaciones conservacionistas que afirman que Seaspiracy tergiversa los relatos, presenta algunas verdades y muchas mentiras, que la película está distorsionada y los datos son falsos.

Seaspiracy no es la primera película - Blue Planet II y Blue Planet Live de la BBC- que expone el problema del mundo marino y definitivamente no es la primera que presenta datos sin actualizar o afirmaciones falsas. Pero, ¿por qué nadie se queja de ello? George Monbiot, un ecologista, dice que puede ser porque algunos científicos de la pesca tienen su medio de vida dependiendo de la industria.

"Sospecho que algunas personas están tan enfadadas porque no es sólo una mala práctica lo que expone Seaspiracy, sino toda una visión del mundo" -Monbiot

 
 
 
 
 

Seaspiracy no sólo es una revelación para la gente como nosotros, sino que también abre la puerta a las numerosas exposiciones e investigaciones sobre la industria de los productos del mar y la vida marina. Un estudio reciente revela que el arrastre de fondo en la industria pesquera es responsable de la liberación de más de mil millones de toneladas métricas de dióxido de carbono al año, más que las emisiones de la aviación mundial. Boris Worm, investigador y coautor del estudio, afirma:

"Si queremos resolver los tres retos más acuciantes de nuestro siglo -la pérdida de biodiversidad, el cambio climático y la escasez de alimentos- debemos proteger nuestro océano".

 
 
 

El estudio muestra que cada vez más personas se inclinan por la comida basada en plantas y esta tendencia resuena en la industria alimentaria. Eleven Madison Park, un restaurante de Nueva York con tres estrellas Michelin, acaba de anunciar que se hace vegano y se convierte en uno de los restaurantes de más alto perfil en hacerlo. El chef y propietario, Daniel Humm, afirma que el restaurante ha dejado de utilizar cualquier producto de origen animal, "todos los platos están hechos con verduras, tanto de la tierra como del mar, así como con frutas, legumbres, hongos, granos y mucho más".  Añade que la forma en que la gente consume los alimentos no es sostenible. Además, una conocida publicación de alimentos, Epicurious, ya no publicará nuevas recetas que incluyan carne de vacuno.

Así que, independientemente de que la exactitud de Seaspiracy sea discutible y de que sea propaganda o no, no podemos negar que hay problemas que deben abordarse urgentemente en la forma en que tratamos nuestro planeta y consumimos nuestros alimentos. En este caso, ¡seamos más sabios y más amables!

 

 

 

 +  Words: Alvia Zuhadmono, Luxiders Magazine 

Sustainable communication student | Sweden-based writer

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