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La humanidad está destruyendo el planeta. Esta destrucción ha fascinado a la artista Brandy Kraft con la preservación de la naturaleza. Comenzó pintando flores: miles de flores en todos los estados de sus ciclos de vida y descomposición. Quería preservar su belleza y evitar su extinción. Luego, de repente, en sus sueños y en su subconsciente, comenzó a tener visiones de nuevas flores. Flores inexistentes. Comenzó a pintar estos extraños nuevos híbridos y se dio cuenta de que no solo estaba creando nuevas especies de flora, sino que estaba construyendo un nuevo mundo propio. Flor a flor, pétalo a pétalo.

Igualmente inspirada por la naturaleza de Suecia y por uno de sus científicos más famosos, dejó la vida en la ciudad de Nueva York para regresar a Suecia. Ahora sigue los pasos de Carl Von Linné al nombrar y documentar oficialmente cada nueva especie de flor híbrida que genera. Está construyendo un nuevo mundo híbrido mágico, y esto es solo el comienzo…

¿CÓMO ES TU PROCESO CREATIVO?

Cuando comienzo un nuevo híbrido, la flor toma forma en mi imaginación. Invoco tantas posibilidades como sea posible y luego salgo a la caza de pétalos para cumplir mi visión. Después de saquear los mercados de flores locales, vuelvo al estudio y rompo las flores. Luego los esparzo por todo el suelo del estudio. Esta etapa es vital para mi proceso de visualización y me ayuda a ver todas las posibilidades a la vez. Paso bastante tiempo en esta fase mientras exploro posibilidades dentro de los ámbitos de composición, textura y color para dar vida a mi nueva especie.

La flor poco a poco va madurando en forma física tridimensional con un poco de pegamento, agujas y algo de suerte. Una vez que estoy satisfecha con ella, coloco la nueva creación en una caja de fotos negra y luego la ilumino para su retrato. Después de capturar una foto que se asemeje lo suficiente a la visión en mi mente, me pongo a trabajar en la pintura.

La primera parte del cuadro es el dibujo. Me gusta hacer 2 o 3 bocetos en miniatura de la flor para familiarizarme con la nueva creación. Me ayuda, por ejemplo, visualizar un reloj y pensar en lo que hay en los puntos 12, 3, 6 y 9 en punto. Una vez que tengo una idea de los componentes de la nueva flor, la dibujo a mayor escala. Trabajo a mano alzada, usando mis bocetos y la foto original como referencias. Esbozo un contorno de la flor híbrida directamente en el lienzo negro con un lápiz de tiza blanco. La tiza suave es indulgente, ya que es fácil borrar los errores.

Después de esto, completo el contorno del híbrido con yeso blanco. Opino que el blanco brillante subyacente realmente ayuda a que los colores reflejen la mayor cantidad de luz, pues ¿qué es el color sin luz? Después de que se seque el yeso blanco, utilizo mis referencias nuevamente, así como mi reloj de visualización, para trazar un mapa de la ruta para el resto de mi viaje. No necesito muchos detalles, pero me gusta marcar con lápiz algunos de los principales elementos de composición como puntos de referencia, para no perderme una vez que empiezo a pintar.

Cuando empiezo a pintar, pienso en muchas cosas. El color, la luz y la sombra son lo más importante. Todas estas cosas funcionan juntas para contribuir al éxito o la credibilidad de la pintura. En general, siento que mis pinturas y mi práctica pictórica están en sintonía con el frágil equilibrio de la naturaleza. Todos los elementos trabajan juntos, desde cada ingrediente fundamental en la forma de la flor hasta la interacción de luz, sombra y color, todos los cuales coexisten en el lienzo. Intento estar en sintonía con estos aspectos en todas las áreas de mi vida, y espero que sean los más evidentes y apreciados visualmente en mi obra de arte.

¿CUÁL ES TU INSPIRACIÓN?

¡La naturaleza!

Esta entrevista aparece en el número 4 de la revista Luxiders. Para comprar la revista, haz clic aquí.