Niksen: Abrazando el acto de «no hacer nada»

 

 

La pandemia paralizó todo nuestro mundo. Nos obligó a muchos de nosotros a vivir momentos de reflexión y quietud, que en un mundo de cultura del ajetreo muchos de nosotros no habíamos experimentado antes. A medida que nuestro mundo se reabre y empezamos a correr de nuevo, quizá sea el momento de considerar la importancia de no hacer nada.


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NIKSEN: LOS HOLANDESES LO HICIERON PRIMERO

Niksen se traduce literalmente como: "no hacer nada, practicar el ocio o estar haciendo algo sin ninguna utilidad". Es un verbo holandés y se ha utilizado como método de mindfulness para combatir la intensa cultura laboral de nuestra sociedad. Implica técnicas de uso común como meditar, escuchar música y pasear por la naturaleza. Es importante realizar estas acciones sin propósito, sin objetivos, principalmente con un enfoque en la relajación. 

Este no es el único término que engloba una escapada del ajetreo de la vida cotidiana. "Hygge" es una palabra danesa que se refiere a estar o sentirse acogedor. Se refiere a acurrucarse junto al fuego o tumbarse entre mantas, disfrutando de los placeres sencillos. La palabra japonesa "Ikigai" significa simplemente "propósito en la vida". Sin embargo, una vez importada al inglés se convierte en algo casi místico: "una forma de encontrar un significado profundo en la vida o el trabajo de uno". 

Olga Mecking, escritora y periodista polaca, cree que Niksen es la respuesta para mejorar nuestra productividad. Su trabajo sobre el arte de no hacer nada ha dado lugar a su libro "Embracing the Dutch Art of Doing Nothing". Al hablar de Niksen, Olga sostiene que tiene un gran número de beneficios. "Resulta que no hacer nada tiene un gran número de beneficios. Puede calmar tu cuerpo y tu mente cuando estás agitado. Puede hacerte más creativo, permitiendo que te surjan ideas únicas y originales. ¿Te has preguntado alguna vez por qué obtenemos las mejores soluciones en la ducha o dando un paseo y no cuando estamos concentrados en resolver el problema?".

Olga continúa: "Pues porque así es como funciona la creatividad. No se la puede presionar; hay que darle espacio. Si te concedes descansos regulares durante la jornada laboral, Niksen puede hacerte más productivo, permitiéndote trabajar mejor y con más eficacia."

 

THE DANGERS OF DOING EVERYTHING

Nuestra sociedad actual se nutre de estar ocupada. La Universidad John Hopkins estudió este fenómeno, bautizando nuestro equilibrio entre vida laboral y personal como el "culto a lo ocupado". Estamos sometidos a una presión constante para llenar nuestras agendas de reuniones y ser lo más productivos posible. 

Basta con echar un vistazo a la "That Girl Trend" o a la popular cultura del ajetreo en Instagram. Miremos donde miremos, la productividad se idolatra por encima de la pereza. Las rutinas matutinas de las 6 de la mañana se consideran una motivación, e incluso los momentos de descanso deben colocarse en algún lugar de la complicada agenda. Cuanto más ocupados estamos, más exitosos nos sentimos.

 

"Niksen puede hacerte más productivo, permitiéndote trabajar mejor y de forma más eficiente"

 
 
 
 

INCLUSO NO HACER NADA ES UN TRABAJO DURO

Esta idea romántica de no hacer nada es más difícil de lo que parece. Muchas personas que han intentado practicar el Niksen han tenido dificultades. Muchos han declarado sentirse culpables, inquietos o aburridos cuando se proponen no hacer nada. Nuestro culto al ajetreo nos tiene realmente atrapados. 

Incluso cuando se permiten sentarse en silencio y centrarse en el presente. Nos sigue resultando difícil cerrar la mente y no preocuparnos por el mañana. La gente se vuelve hiperconcentrada en lo que debería estar haciendo, o en lo que podría estar haciendo con su tiempo. 

Olga menciona esta lucha por no hacer nada de verdad. Y definir lo que realmente significa "nada". "Puedes verlo como un espectro. Empiezas en cero". Continúa con humor: "No haces nada de verdad, eso significa que estás muerto. Tienes un gasto energético absolutamente nulo (...) Y luego en el 1, estás sentado, respirando y sin hacer nada: eso es Niksen. Eso sí, Niksen no es consultar Facebook o ver una película en Netflix" - explica Olga. 

Niksen no es entretenimiento. Es estar quieto: "Es mirar por la ventana, sentarse en un café y ver pasar a la gente. Es tumbarse en una toalla en la playa o sentarse en el sofá". Es esta definición de Niksen la absolutamente posible".

 
 
 
 

LA REMODELACIÓN DE LA NADA POSPANDÉMICA

Todos practicamos de algún modo una forma de Niksen durante la pandemia de 2019. La pandemia adaptó nuestra dependencia de la cultura del ajetreo. Ya no podíamos sentirnos culpables por lo que no hacíamos porque no podíamos hacerlo aunque quisiéramos. El mundo se adaptó y se enamoró del trabajo desde casa, de pasear por la naturaleza y de tomarse las cosas con más calma.

Como recuerda Olga, "cuando escribí el artículo para el New York Times que dio lugar al libro, me dirigía a un público muy quemado y con exceso de trabajo. En los Países Bajos, mi libro salió una semana después de la primera cuarentena, y las ediciones internacionales salieron en distintos momentos de la pandemia. Así que pude observar cómo cambiaban las cosas".

Para Olga, la pandemia mostró el lado negativo de la cultura laboral: "Creo que una de las cosas que ha hecho la pandemia es mostrar que a menudo se espera que trabajemos de la misma manera (cuanto más mejor, preferiblemente en la oficina, estar "encendidos" en todo momento)". Continúa: "No está funcionando, y ha afectado aún más a las mujeres. Muchas de nosotras tuvimos que dejar o reducir el trabajo para cuidar de nuestros hijos cuando cerraron las escuelas. En la sociedad moderna ponemos toda la responsabilidad y la culpa en el individuo, pero también necesitamos sistemas de apoyo".

Sin embargo, no todo es negativo. "También hay algunos cambios positivos. Por lo que he observado, ahora mucha gente quiere trabajar más desde casa y los empresarios deberían hacerlo posible, al menos parte del tiempo. Muchas personas abandonan trabajos en los que no se sienten apreciadas o valoradas. Espero que la pandemia nos lleve a comprender mejor las necesidades humanas. Tenemos que aprender a valorar el descanso y el no hacer nada y tomarnos verdaderas pausas". - explica Olga.

 
 

+  Words:

Emily Fromant
Luxiders Magazine