Cómo tener un armario sostenible y no morir en el intento
Lo sostenible está de moda, de eso no hay duda. Todos queremos ser más respetuosos con el medio ambiente, confraternizarnos con los trabajadores que hacen nuestra ropa y generar menos basura textil. ¡Bien, vamos bien! Pero ahora llega el momento difícil… ¿Cómo lo hacemos? No es fácil dar el cambio. De hecho, muchos amigos nos han confesado que quieren pero no pueden, incluso a nosotros nos cuesta.
Seamos sinceros: la tentación de entrar a un Zara, un Mango o un Blanco sin llevarte esa camiseta de última tendencia por 3 euros es demasiado poderosa. Pero tranquilos, no tenemos que ser radicales, no se trata de tirar todo el fast fashion que tenemos y no volver a comprar ropa en nuestra vida. Lo importante es dar un primer paso y actuar con consciencia.
Latitude, la marca de moda con ADN 100% sostenible, producción en proximidad, estética atlántica y enfoque de nueva industria europea nos ofrece las pautas para transformar gradualmente nuestro viejo armario en algo mucho mejor.
- Analiza tu armario: abre tu armario, separa lo que necesitas de lo que tienes y conserva sólo lo que encaja en tu estilo. Los criterios para pasar al punto 1 y 2 de la ropa son: roto, manchado, no queda bien o no me lo he puesto en las últimas dos temporadas.
- Clasifica las prendas: probablemente tengas ropa que ya haya pasado su ciclo útil, si es así, piensa en arreglarla, donarla o reciclarla según su estado.
- Monta una Swap Party: Con la ropa más valiosa o en muy buen estado puedes organizar una fiesta de intercambio. Es la manera más sostenible de deshacerte de lo que no quieres y obtener prendas nuevas sin gastar ni un euro.
- Menos es más: Si vas a comprar piensa antes qué necesitas para las actividades de tu vida y planifica sobre papel. Hazte la siguiente pregunta: ¿Tengo cubiertas mis necesidades de ropa y calzado?
- No te dejes controlar: Vivimos en una sociedad en la que cada vez es más difícil pararse a pensar a la hora de comprar, las decisiones cuanto más compulsivas son más fáciles de controlar. Establece tu presupuesto e invierte primero en necesidades; lo mejor es consultarlo con la almohada, como mínimo, una noche antes de realizar la compra.
- Elige con responsabilidad: Procura comprar prendas de la mejor calidad que puedas permitirte, que no dañen tu salud, ni tu planeta, ni a las personas que las fabrican y si puede ser, básicas y atemporales. Dedica tiempo a buscar marcas sostenibles según tus necesidades y presupuesto. En esta revista, por ejemplo, todas las marcas que encuentras son sostenibles.
- Lee las etiquetas: sé consciente de dónde se ha fabricado lo que vas a comprar y de que además del PVP, cada prenda tiene un coste para el planeta y es probable que también un elevado coste para los trabajadores que lo producen y venden.
- Reutiliza: La prenda más sostenible es la que ya existe, así que procura recuperar las tuyas o intercambiar con familiares o amigos piezas que encajen contigo, visita tiendas de segunda mano o vintage ¡todos queremos tener prendas bellas por dentro y por fuera!
- Usa detergentes sostenibles: Cuida la ropa y olvídate de los suavizantes.Los detergentes convencionales contienen sustancias nocivas para la salud de las personas y de un planeta al que, día a día, se le agotan los recursos.
- Eres parte del cambio: Somos lo que consumimos. Cada acto de consumo cuenta, lo que compras importa. Cada vez que compras estás decidiendo y apoyando con tu dinero y tu trabajo un sistema económico y social.
¿A qué no es tan difícil como pensabas? Todo es empezar. Como decía Eduardo Galeano: Mucha gente pequeña en lugares pequeños, está haciendo cosas pequeñas que pueden cambiar el mundo. ¿Te animas?
